El dirigente de Un Nuevo Tiempo Stalin González advirtió este lunes 29 de septiembre que la reciente intención del gobierno de implementar un estado de conmoción exterior evidencia que las posturas radicales no construyen soluciones, sino que las destruyen, al afirmar que «es el más reciente ejemplo de que el radicalismo solo genera más radicalismo».
En su declaración, González señaló que tanto el gobierno como algunos sectores de la oposición han adoptado posiciones extremas que alejan a los venezolanos de las soluciones reales. “Por un lado, el régimen impone un discurso autoritario, persigue a quienes piensan distinto y se aferra a las instituciones para perpetuarse en el poder. Y por el otro, un sector de la oposición se mantiene prometiendo salidas mágicas o inmediatas que nunca llegan… Ambos extremos terminan alejados de la gente y de las necesidades reales del país y en ese terreno, lo único que crece es la desesperanza”, expresó.
González destacó que el cambio político verdadero debe surgir de los propios venezolanos, basado en diálogo, institucionalidad, propuestas realistas y respeto por la ciudadanía.
González recordó que, según los artículos 338 de la Constitución y 14 de la Ley Orgánica sobre los estados de excepción, un estado de conmoción exterior solo puede decretarse ante un conflicto externo que amenace la seguridad nacional. Señaló que la falta de límites claros abre la puerta a posibles abusos. “La Constitución exige que las medidas dictadas en estos escenarios sean proporcionales a la gravedad de la circunstancia, pero ni la Carta Magna ni la ley establecen límites claros y materiales a esas restricciones. Esta ambigüedad abre la puerta a posibles abusos”.
En su mensaje, González resaltó el impacto del radicalismo sobre los ciudadanos comunes: trabajadores, niños, jóvenes y adultos mayores, quienes sufren por la falta de políticas efectivas y por la insistencia en extremismos que no ofrecen soluciones. “El radicalismo no es una opción, ni de un lado ni del otro”, subrayó.
El dirigente concluyó que Venezuela necesita madurez política y sensatez, así como la participación activa de todos los sectores y el respeto a la Constitución para reconstruir el país. “La comunidad internacional puede apoyar y acompañar el proceso, pero las soluciones dependen de nosotros, los venezolanos. Si seguimos atrapados en esta lógica extrema, el país seguirá hundiéndose en la miseria y el desencanto”, afirmó.