A 17 días del devastador accidente en la mina Las Cuatro Esquinas, ubicada en el sector Caratal del municipio El Callao, estado Bolívar, las labores de rescate continúan con la esperanza de recuperar el cuerpo de Fabián Trejo, el último minero aún desaparecido tras el colapso e inundación de varios pozos el pasado 13 de octubre.
El equipo conformado por la Gobernación de Bolívar, el Centro de Emergencias de Minerven, Bomberos de Guasipati y El Callao, Protección Civil y un grupo de mineros locales, se encuentra trabajando en el pozo número 3, cuya profundidad alcanza los 35 metros. Las condiciones son extremadamente difíciles: la constante presencia de agua debilita la estructura del cilindro, aumentando el riesgo de derrumbes y complicando la búsqueda.
Para garantizar la seguridad del equipo, se ha implementado una maniobra de colocación de dinteles en cada tramo del descenso, con el objetivo de estabilizar el terreno y permitir una extracción lenta pero segura.
Según testimonios de mineros locales, tras descender 15 metros en el cilindro, se accede a una galería que conecta con otros pozos. Luego de esta sección plana, el descenso continúa hasta superar los 100 metros de profundidad. Se presume que el cuerpo de Trejo se encuentra entre los 35 y 40 metros, información que ha sido compartida por sus familiares, quienes permanecen en las afueras de la mina esperando con angustia.
Hasta la fecha, se han recuperado 13 cuerpos:
- Pozo 1: Roberth Custodio (15/10/25) y David José Guevara (16/10/25).
- Pozo 2: Yofreider José López Estanga (18/10/25), José Daniel Belisario Tovar (17/10/25), Jonathan José Solano Ramírez (15/10/25) y dos cuerpos aún sin identificar.
- Pozo 3: Félix Gilberto Romero Ramos (16/10/25), Fadiannel Herrera (20/10/25), Gregorio Pinto (20/10/25), Alexander de Jesús Salazar (20/10/25) y Edinson Pérez Calderón.
La comunidad minera de El Callao permanece unida en medio del dolor, acompañando a las familias afectadas y colaborando en las labores de rescate. La tragedia ha puesto en evidencia las precarias condiciones de seguridad en las minas artesanales de la región, donde la vida de los trabajadores depende muchas veces de la voluntad y el coraje de sus propios compañeros.
La espera continúa, y con ella, la esperanza de cerrar este capítulo con dignidad para todos los que han perdido a un ser querido en esta tragedia.
Con información de ÚN.



