El reciente aumento de ataques militares por parte de Estados Unidos contra pequeñas embarcaciones cerca de Venezuela, que han causado al menos 21 muertes, ha sido justificado por el presidente Donald Trump como parte de un «conflicto armado» para destruir redes de narcotráfico.
Sin embargo, este enfoque es poco probable que detenga el flujo de drogas hacia EEUU, según expertos y datos oficiales citados por el New York Times. La inmensa mayoría de la cocaína y casi la totalidad del fentanilo (la droga ligada a la crisis de sobredosis) llegan a suelo estadounidense a través de México y Centroamérica, principalmente por tierra y por el Océano Pacífico, no por el Caribe.
Analistas sugieren que la concentración militar y los ataques, que un exembajador describió como «utilizar un soplete para cocer un huevo», tienen un objetivo más político: presionar o destituir a Nicolás Maduro, en lugar de desarticular eficientemente las rutas del narcotráfico que son controladas principalmente por cárteles mexicanos.