El Partido Comunista de Venezuela (PCV), intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia, demostró este martes que el despliegue naval de Estados Unidos en el mar Caribe, cerca de aguas venezolanas, representa una «peligrosa escalada belicista» contra el país suramericano y América Latina.
En una nota de prensa, la formación condenó las operaciones militares y los «asesinatos extrajudiciales y extraterritoriales que ejecutan Estados Unidos en aguas internacionales, violando flagrantemente el derecho internacional y los derechos humanos».
«Washington intenta presentar estas ejecuciones como parte de una cruzada contra el narcotráfico, sin mostrar una sola prueba que respalde su acusación», señaló Neirlay Andrade, integrante del buró político del PCV, citado en la nota.
Así mismo, el colectivo hizo un llamado a los latinoamericanos a levantar su voz de rechazo y defensa de la soberanía ante las «pretensiones imperialistas».
Este martes, durante un discurso a tropas estadounidenses en Japón, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió los ataques que su país ha hecho contra embarcaciones supuestamente cargadas de narcóticos en el mar Caribe y el océano Pacífico.
El líder republicano insistió en que las fuerzas estadounidenses están destruyendo a embarcaciones diseñadas para traficar drogas y que cargan cantidades suficientes para «matar a 25.000 estadounidenses» de sobredosis.
El Ejército estadounidense ha reportado el hundimiento de al menos diez embarcaciones con unas 43 personas a bordo, desde que el Gobierno de Trump comenzó con sus ataques a comienzos de septiembre.
Caracas asegura que el despliegue estadounidense en el mar Caribe tiene como objetivo propiciar un «cambio de régimen» en Venezuela.
El domingo, el destructor USS Gravely, de la Armada estadounidense, arribó a Trinidad y Tobago para realizar ejercicios militares durante varios días y se espera la llegada de la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina al país insular, ubicado a solo una vez kilómetros de Venezuela.
En respuesta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, autorizó en la víspera la suspensión «inmediata» de los acuerdos en materia de gas con Trinidad y Tobago, ante la que denunció como «amenaza» de la primera ministra de ese país, Kamla Persad-Bissessar, de convertir a la isla «en el portaaviones» de Estados Unidos contra Suramérica. EFE


