El buque destructor estadounidense USS Gravely abandonó este jueves 30 de octubre Trinidad y Tobago con un destino desconocido, según reveló la agencia de noticias AFP.
El buque presuntamente terminó “las prácticas militares” que realizaba junto a Puerto España con el fin de “pelear contra el crimen transnacional”.
El hecho generó una fuerte tensión diplomática y militar entre ambas naciones, lo que terminó diversos hechos.
El pasado domingo 26 de octubre, Delcy Rodríguez, vicepresidenta, acusó a la nación trinitaria de colaborar junto a Estados Unidos “para una guerra en todo el Caribe”.
“El gobierno renunció a la soberanía de Trinidad y Tobago para actuar como colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos estadounidenses, convirtiendo su territorio en un portaviones de Estados Unidos para la guerra en todo el Caribe contra Venezuela, contra Colombia y contra toda Suramérica”, afirmó.
Ese mismo día, el ministerio de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago emitió un comunicado para explicar que el buque norteamericano desarrollaría “la resiliencia a través de entrenamiento, actividades humanitarias y cooperación en seguridad” y fortalecería “la asociación de larga data entre ambos países”.
Yván Gil, canciller, informó el lunes 27 que el Gobierno de Nicolás Maduro dio a conocer al gobierno de Trinidad y Tobago sobre la “operación de falsa bandera dirigida por la CIA: atacar un buque militar estadounidense estacionado en dicha isla y luego culpar a Venezuela, para justificar una agresión contra nuestro país”.
Rodríguez, también ministra de Hidrocarburos, pidió el lunes al “presidente Nicolás Maduro” que “suspenda todos los acuerdos gasíferos que tiene Venezuela con Trinidad y Tobago” por las “acciones guerreristas” de la primera ministra.
Ante esto, Nicolás Maduro autorizó la “suspensión inmediata” de los acuerdos: “Suspendido todo”. Trinidad y Tobago ordenó deportar a 200 migrantes venezolanos por órdenes de la primera ministra del país, Kamla Persad-Bissessar.
La Asamblea Nacional (AN) declaró persona “non grata” el pasado martes 28 de octubre a Kamla Persad-Bissessar, por tomar “una postura guerrerista” permitiendo que Estados Unidos despliegue buques en su país y también decidir deportar en masa a 200 venezolanos.
Fuente: AFP



