El Gobierno de Venezuela condenó este viernes «en los términos más enérgicos y firmes» los bombardeos israelíes de este jueves contra el sur y el este del Líbano, que dejaron al menos una persona muerta y siete más heridas, y expresó que estos ataques «constituyen una agresión ilegal e injustificada».
En un comunicado, el Ejecutivo de Nicolás Maduro señaló que esta serie de bombardeos «atenta contra todas las normas de convivencia» y viola «la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los principios básicos de soberanía».
A juicio de Caracas, este tipo de acciones es «ya una práctica común por parte del ente sionista que actúa iracundamente (sic) en medio de una pérdida de crecimiento creciente».
«Esta agresión es parte de la estrategia guerrerista del Gobierno de Israel, que busca desesperadamente cualquier excusa para socavar los esfuerzos que hace la comunidad internacional para llevar la paz y la estabilidad a la región de Asia Occidental y debilitar los esfuerzos que hace el Gobierno del presidente (libanés) Joseph Aoun en aras de fortalecer la soberanía y la estabilidad en la República Libanesa», añadió el comunicado.
El Gobierno chavista expresó su solidaridad y «apoyo irrestricto» al «pueblo libanés, a sus instituciones ya su Gobierno».
El Ejército de Israel confirmó el ataque y aseguró que estaba dirigido contra una infraestructura del grupo chií Hizbulá, así como una organización a la que acusó de servir como escudo para la reconstrucción de sus instalaciones.
El presidente libanés, Joseph Aoun, condenó las acciones israelíes al afirmar que se enmarcan en una política «sistemática» dirigida a obstruir la recuperación económica del Líbano y destruir su estabilidad con base en «falsos» pretextos de seguridad.
Israel ha seguido atacando el territorio libanés pese al alto fuego alcanzado en noviembre de 2024, a menudo al tener como objetivos vehículos en los que asegura viajan miembros de la formación armada o presuntas instalaciones señaladas de pertenecer al movimiento. EFE