La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, afirmó recientemente que la política estadounidense de “cambio de régimen” y “construcción de naciones ha quedado atrás bajo la administración del presidente Donald Trump».
Gabbard hizo estas declaraciones durante su intervención en el Diálogo de Manama, cumbre anual de seguridad organizada por el Instituto Internacional de Estudios de Seguridad en Bahréin, donde subrayó que el enfoque tradicional de Washington de «derrocar gobiernos y tratar de imponer sistemas de gobierno extranjeros», resultó en “billones de dólares gastados, innumerables vidas perdidas y, en muchos casos, mayores amenazas a la seguridad”.
“Durante décadas, nuestra política exterior estuvo atrapada en un ciclo contraproducente e interminable de cambio de régimen o construcción de naciones”, señaló Gabbard, excongresista de Hawái y veterana de la Guardia Nacional del Ejército estadounidense.
“Fue un enfoque único para todos que generó más enemigos que aliados”, añadió.
De acuerdo con información de Associated Press, la funcionaria indicó que la estrategia de Trump se «centra ahora en la estabilidad regional y la prosperidad económica, dejando en segundo plano los antiguos objetivos de promover derechos humanos y democracia en el extranjero».
«Esto se ha reflejado en los esfuerzos de la administración para lograr un alto el fuego que puso fin al conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, así como para detener enfrentamientos entre Israel e Irán», sostuvo.
Gabbard reconoció, sin embargo, que los desafíos persisten. “El alto el fuego en Gaza sigue siendo frágil, y la situación en Irán continúa generando preocupación debido a recientes actividades nucleares detectadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica”, apuntó.
La directora omitió comentar sobre otras operaciones militares recientes, como el despliegue de buques frente a Sudamérica, los ataques contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico o las órdenes de la CIA para operaciones encubiertas en Venezuela, que han generado especulaciones sobre posibles intervenciones en la región.
Gabbard concluyó su intervención enfatizando el compromiso de la administración Trump con la nueva política exterior, centrada en la seguridad y estabilidad, mientras Estados Unidos enfrenta un cierre parcial de su gobierno que afecta diversas áreas de la administración federal.



