Mientras Polonia amanece cubierta de nieve y temperaturas bajo cero, las playas de la isla de Margarita se llenan de acentos europeos, sonrisas al sol y turistas que, lejos de ser primerizos, regresan una y otra vez a Venezuela. Para muchos, este país ocupa un «lugar muy especial» en sus corazones.
La llegada masiva de visitantes polacos no es casual. Forma parte de una operación turística organizada por el Ministerio del Poder Popular para el Turismo y la tour operadora Hovertours, que proyecta el arribo de unos 6.800 pasajeros hasta marzo de 2026. Cada lunes, vuelos chárter aterrizan en Margarita con cerca de 285 pasajeros, según explicó Marcelo Rimaudo, director general de Hovertours.
Aunque Margarita es el punto de entrada, el viaje no termina en la arena. La operación promueve un turismo transversal, con seis rutas que llevan a más de 2.300 visitantes a destinos como:
- El relámpago del Catatumbo.
- Los Andes merideños.
- Los Llanos de Apure.
- La Gran Sabana.
- Falcón, Anzoátegui, Monagas y Sucre.
«La mayoría elige excursiones para conocer más lugares», comenta Magdalena Mudiala, guía turística polaca. Desde Laguna La Restinga hasta Canaima y Caracas, los visitantes exploran la diversidad natural y cultural del país.
El perfil del turista varía según la temporada: en enero y febrero predominan las familias con niños; en otras épocas, como la actual, son principalmente jubilados que huyen del invierno europeo. Su estadía promedio es de una a dos semanas, tiempo suficiente para combinar descanso y aventura.
Lo más llamativo es su fidelidad: muchos repiten la experiencia. «Tenemos un cliente que ya ha llegado seis veces», cuenta Anna Mrozowska, jefa de operaciones de Rainbow Polonia.



