El Center for Economic and Policy Research (Cepr) publicó un nuevo análisis que cuestiona las tesis académicas que negaban el vínculo entre las sanciones económicas y el éxodo venezolano. El informe, liderado por el economista Francisco Rodríguez y el investigador Giancarlo Bravo, demostró que los estudios previos realizados por Dany Bahar y Ricardo Hausmann contienen un error técnico estructural.
Según el documento titulado “¿Por qué Bahar y Hausmann no nos dicen nada sobre los flujos migratorios venezolanos hacia Estados Unidos?”, los hallazgos que exculpaban a las sanciones carecen de validez científica al basarse en una metodología estadística mal aplicada.
El punto central del hallazgo es el uso incorrecto de la prueba de cointegración de Engle-Granger para analizar series de tiempo.
Rodríguez y Bravo explican que, mientras el estándar económico exige aplicar esta prueba sobre los «niveles» (valores originales) de variables como el ingreso petrolero y el flujo migratorio, los autores cuestionados la aplicaron a las «primeras diferencias» (los cambios de un mes a otro).
Al corregir este procedimiento, cualquier relación de largo plazo desaparece. Las simulaciones de Monte Carlo realizadas para el informe revelaron una tasa de falsos positivos del 100%, lo que implica que el método de Bahar-Hausmann tiende a encontrar conexiones estadísticas inexistentes de forma sistemática.
Más allá de la técnica matemática, el análisis del Cepr subrayó que se ignoraron variables sociológicas críticas para comprender el fenómeno.
El estudio de Bahar y Hausmann no integró en su modelo las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos ni el hecho de que gran parte de los migrantes provenía de terceros países (como Colombia o Perú).
Francisco Rodríguez, profesor de la Universidad de Denver, señaló que los datos confirman que las sanciones han golpeado significativamente el bienestar de millones de personas, coincidiendo con la aceleración del desplazamiento humano. El experto advirtió que no es posible descartar el impacto de las medidas coercitivas sin una validación estadística rigurosa que evite «asociaciones accidentales«.
Cabe destacar que no es la primera vez que se detectan fallos en las investigaciones de la dupla Bahar-Hausmann, quienes en abril pasado, admitieron errores de codificación en publicaciones anteriores que alteraban los resultados de dicho estudio.
Nota de prensa



