A pesar de la escalada retórica y las medidas de fuerza implementadas por Washington, la gigante energética Chevron avanza en la logística para exportar un volumen de 1 millón de barriles de petróleo desde Venezuela. Esta operación comercial ocurre apenas días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señalara directamente a la administración de Caracas de utilizar la renta petrolera para financiar actividades de narcotráfico y terrorismo.
La compañía estadounidense, que mantiene sus operaciones en el país sudamericano gracias a una licencia específica emitida por las autoridades norteamericanas para perforar y comercializar hidrocarburos, continúa su cronograma de embarques. Según datos de rastreo de tanqueros recopilados por la firma financiera Bloomberg, Chevron ya ha finalizado el llenado del buque Searuby y, simultáneamente, se encuentra en pleno proceso de carga de una segunda embarcación, el Minerva Astra.
Navegando entre sanciones y bloqueos
El contexto de estos envíos es de alta complejidad marítima. La administración Trump ha activado un bloqueo naval dirigido a interceptar el flujo de buques sancionados que intentan entrar o salir de aguas venezolanas. La tensión alcanzó un punto crítico la semana pasada con un movimiento sin precedentes: la intercepción por parte de fuerzas estadounidenses del superpetrolero Skipper.
Esta acción de fuerza ha tenido un efecto disuasorio inmediato en el mercado negro de crudo. Desde el incidente, al menos cuatro embarcaciones de las denominadas «fantasma» —que apagan sus transpondedores para ocultar su ubicación— se han alejado de las costas venezolanas, mientras que otros operadores logísticos han optado por evitar la región para no enfrentar represalias.
El flujo hacia el Norte continúa
Sin embargo, la realidad para la petrolera con sede en Houston es distinta. Los buques fletados por Chevron no están sujetos al régimen de sanciones, por lo que se prevé que puedan navegar libremente a través del cerco naval sin contratiempos.
Las proyecciones comerciales apuntan a que el flujo de crudo venezolano hacia puertos estadounidenses se mantendrá activo al inicio del año. Se espera que en enero arribe más petróleo a las refinerías del norte, dando continuidad a una estrategia comercial en la que Chevron ya ha logrado colocar al menos 10 cargamentos en el mercado reciente, consolidándose como el único puente energético formal activo entre ambas naciones en medio del conflicto diplomático.
Con información de Bloomberg Línea.


