En una clara señal de alineamiento diplomático frente a las recientes presiones de Washington, el Gobierno de China manifestó este jueves su total respaldo a la iniciativa de Caracas de elevar la crisis actual a las instancias más altas de la diplomacia global. El gigante asiático confirmó su «apoyo a la petición de Venezuela de una reunión con carácter de urgencia del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU)», movimiento que surge como respuesta directa al cerco marítimo decretado por Estados Unidos.
La posición oficial fue dada a conocer por Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China. Durante su comparecencia ante los medios este jueves, el funcionario subrayó que la administración de Xi Jinping «se opone a toda intimidación unilateral y apoya a todos los países en la salvaguardia de su soberanía y dignidad nacional».
Defensa de la cooperación internacional
El vocero de la diplomacia china aprovechó la rueda de prensa para defender la autonomía de Caracas en su política exterior, enfatizando que «Venezuela tiene derecho a desarrollar de forma independiente una cooperación mutuamente beneficiosa con otros países».
Asimismo, Guo destacó que la visión de Pekín no es aislada, asegurando que «la comunidad internacional comprende y apoya la postura de Venezuela en la protección de sus legítimos derechos e intereses».
Contactos de alto nivel y escalada en el Caribe
La declaración pública del portavoz se produce en el contexto de un acercamiento directo entre ambas cancillerías. Según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Caracas, Venezuela solicitó formalmente la reunión del Consejo de Seguridad este miércoles.
Ese mismo día, se llevó a cabo una conversación telefónica entre el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y su homólogo venezolano, Yván Gil. En dicho intercambio, Wang transmitió la solidaridad de Pekín frente a la intensificación de las sanciones y maniobras estadounidenses contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La tensión bilateral alcanzó un nuevo pico esta semana, luego de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, anunciara un «bloqueo total» dirigido específicamente a los buques petroleros sancionados que intenten ingresar o zarpar de puertos venezolanos.
Esta medida representa una escalada significativa en el despliegue de fuerzas que Washington mantiene en el mar Caribe desde el pasado agosto. Si bien la Casa Blanca justifica la presencia militar como una operación antinarcóticos, el Ejecutivo venezolano denuncia que el objetivo real es forzar un cambio de régimen.
Ante este escenario, Pekín ha mantenido una postura crítica consistente en las últimas semanas, condenando las acciones norteamericanas y calificándolas reiteradamente de «injerencia» en los asuntos internos de la nación sudamericana.



