El mercado cambiario venezolano despide el año 2025 con una marca histórica: el tipo de cambio oficial escaló un 1,08% en su última jornada para cerrar en 301,37 bolívares por dólar. Con este ajuste, el Banco Central de Venezuela (BCV) establece el precio que regirá todas las operaciones legales el próximo viernes 2 de enero de 2026.
Aunque el dólar en las mesas cambiarias bancarias superó finalmente el umbral de los 300 bolívares, la cifra se mantiene alejada de las proyecciones más alarmistas. Aun así, el mercado lidia con un entorno complejo alimentado por la incertidumbre constante.
Al contrastar estos datos con el cierre de diciembre de 2024, el precio de la moneda estadounidense refleja un aumento acumulado del 479,26%. Esta aceleración redujo el valor del bolívar significativamente, lo que se traduce en una depreciación del -82,74% durante los últimos 12 meses.
Por su parte, el euro también mostró una tendencia alcista al finalizar 2025 en 354,49 bolívares. La moneda europea subió un 0,92% respecto al día anterior y acumuló un incremento del 555,55% en un año. Al cierre de este 30 de diciembre, la brecha de cotización entre el dólar y el euro se situó en un 17,63%.
Desde octubre de 2024, el Gobierno aplica una estrategia de ajuste progresivo en el mercado oficial. Esta táctica intenta mitigar la aguda escasez de divisas físicas, una carencia que los agentes económicos compensan mediante un uso masivo de criptomonedas estables, específicamente el Tether (Usdt), que mantiene una paridad 1 a 1 con el dólar.
Durante todo el 2025, los venezolanos extendieron el uso del Usdt para pagar servicios, enviar remesas y ejecutar operaciones de comercio transfronterizo. Diversas fuentes estiman que las criptomonedas canalizan actualmente el 70% de las transacciones que requieren divisas en el país, desplazando al dólar en efectivo y a las transferencias bancarias tradicionales, que apenas cubren el 30% restante. Además, los análisis indican que uno de cada 10 venezolanos ya posee criptoactivos, lo que confirma una adopción relevante del sistema.
En el ámbito institucional, el Banco Central de Venezuela cerró el año con su estrategia de intervención cambiaria en suspenso. El ente emisor no realiza inyecciones de divisas desde el pasado 15 de diciembre, un vacío de dos semanas que siembra dudas sobre el futuro de esta política.
A pesar de este silencio operativo, los analistas consideran que el BCV retomará la venta de divisas en 2026, aunque de manera limitada. El organismo buscará, mediante estas intervenciones, contener las presiones que empujan al alza el precio del dólar en el corto plazo.



