Al menos 10 personas han muerto desde el domingo en el fuego cruzado entre militares de Tailandia y Camboya, que ya llevan tres días enfrentándose duramente en las fronteras por una escalada de un histórico conflicto territorial.
Los enfrentamientos han causado también un número indeterminado de heridos y cerca de un medio millón de desplazamientos forzados, según Efe.
Las Naciones Unidas han hecho un llamado urgente a parar el fuego cruzado, al tiempo que las fuerzas militares de ambos países se acusan mutuamente de ataques indiscriminados a la población civil.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, expresó la mañana de este martes su preocupación por la situación.
«Estados Unidos está preocupado por los continuos combates y las bajas en la frontera entre Camboya y Tailandia. Ambas partes deben cesar de inmediato las hostilidades, proteger a la población civil y retomar las medidas de distensión descritas en los Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur», dijo.



