ras años de crisis, la agricultura venezolana muestra señales de recuperación. Sin embargo, el sector enfrenta un obstáculo decisivo: la ausencia de financiamiento bancario. Los productores deben cubrir con sus propios recursos las inversiones necesarias para sembrar y cosechar, lo que frena la expansión de la frontera agrícola. Según estimaciones gremiales, se requieren al menos 1.500 millones de dólares anuales en créditos para sostener el crecimiento.
El techo del financiamiento
Osman Quero, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), explicó en entrevista con Fedecámaras Radio que la falta de créditos es el principal límite para el campo.
“El productor agrícola necesita invertir unos 1.400 dólares en Venezuela para sembrar una hectárea de maíz. Aunque tenemos tierra para crecer en rubros como maíz, arroz o caña de azúcar, la falta de financiamiento sigue siendo un techo al desarrollo agrícola”, señaló.
Quero agregó que, aunque se ha explorado el mercado bursátil como alternativa, este mecanismo no logra cubrir las necesidades de créditos del sector. Además, las exigencias de garantías y seguros dificultan el acceso para la mayoría de los productores.
Balance de siembras en 2025
Pese a las intensas lluvias del año, Fedeagro reporta avances importantes:
- Oleaginosas: Venezuela solo produce el 20% de los aceites comestibles que consume. La meta de sembrar 30.000 hectáreas de girasol este año parece difícil de alcanzar.
- Producción total: 700.000 toneladas, frente a un consumo nacional de 900.000.
- Maíz: 315.000 hectáreas sembradas, que cubren el 40% del consumo interno.
- Caña de azúcar: 5,4 millones de toneladas en cosecha y molienda, equivalente a la mitad de lo producido hace 12 años, pero con crecimiento sostenido en los últimos años.
Con información de Fedecámaras Radio.



