El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, afirmó este martes que la operación militar estadounidense que se lleva a cabo en el Caribe constituye “una agresión brutal” y que quienes la promueven “respiran por la herida”, tras «no lograr doblegar al pueblo venezolano ni al gobierno bolivariano».
Rodríguez explicó que esta «agresión» no se limita a los últimos cuatro meses, sino que se trata de un «hostigamiento multifactorial que combina el poder económico, militar y mediático para generar una guerra psicológica sin precedentes».
Señaló que las acciones incluyen 962 sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados europeos, así como el «bloqueo de ingresos que redujo la economía venezolana a apenas el 1% de lo que recibía el país antes».
Asimismo, denunció que el impacto de estas agresiones «afectó programas sociales vitales, como el Programa Simón Bolívar, que cubría tratamientos médicos costosos para niños con enfermedades catastróficas en hospitales de Moscú, Estambul y otros países». Acusó al opositor Juan Guaidó y a sus aliados de «desviar esos recursos, impidiendo que los tratamientos se realizaran».
Asimismo, el dirigente criticó la supuesta lucha antidrogas estadounidense, calificándola de “hipocresía pura”, y recordó que las ganancias de la venta de drogas, que alcanzaron billones de dólares, engordan las arcas de políticos y supremacistas blancos en Estados Unidos y en paraísos fiscales internacionales.
También afirmó que más de 80 personas fueron asesinadas en los últimos cuatro meses, «sin que mediara acción judicial alguna, y responsabilizó a EE. UU. de fomentar la violencia y la desestabilización».
Rodríguez enfatizó que Venezuela es un país de paz, pero advirtió que no tolerará agresiones contra su soberanía: “Tengan la absoluta certeza de que vamos a luchar. No tenemos otra cosa que dar, aunque sea nuestra propia vida, para defender el territorio sagrado de Venezuela”. Recalcó que incluso quienes no comulgan con el chavismo están unidos frente a esta amenaza, defendiendo la tierra de los antepasados y el futuro de los hijos del país.
Finalmente, destacó la resiliencia del pueblo venezolano «frente a las campañas de calumnia y la presión internacional», asegurando que la Revolución bolivariana «continúa consolidando la paz, la dignidad y los derechos de los trabajadores, los pueblos indígenas y las comunidades originarias».



