Nicolás Maduro afirmó este viernes que “las fórmulas de mentiras, de presión, de chantaje y de amenaza” no surtirán efecto sobre Venezuela, en medio de las tensiones con Estados Unidos por la presencia militar en el mar Caribe, que el Gobierno considera un preludio de un posible ataque a su territorio.
“En el mundo algunos no comprenden todavía por qué somos lo que somos y por qué sus fórmulas de mentiras, de presión, de chantaje y de amenaza no funcionan con nosotros ni funcionarán jamás, porque sabemos dónde estamos parados. Estamos parados sobre tierra firme y construyendo el modelo de sociedad hermosa que se merece nuestro pueblo”, dijo Maduro durante una alocución transmitida por el canal estatal VTV.
El mandatario insistió en que “no se trata de un hombre, sino de un país entero, es una República, es una historia grandiosa”, y calificó de “imbéciles” y “estúpidos” a quienes, desde “el norte”, opinan y escriben sobre Venezuela.
“Los estúpidos del norte que se la pasan opinando y escribiendo en los medios estúpidos del norte no pueden entendernos”, añadió Maduro, quien aseguró que el país registra “logros” diarios en materia económica, social y científica.
Por otra parte, instó a “aprender de todos, todo lo que se puede aprender; hacer todo en Venezuela sin excusas: todo lo que haya que innovar y crear para resolver problemas y generar nuevas expectativas y soluciones hacia el futuro, y no dependamos jamás de nadie”.
Maduro sostuvo que Venezuela “ha encontrado su camino” y que “no somos ni imitación ni copia de nada ni de nadie, ni lo queremos ser”, al tiempo que reiteró que el país “no es esclavo ni colonia de nadie, ni jamás lo será”.
“Con nuestra independencia colectiva vamos afirmando los pasos seguros para caminar con pie propio, pensar con cabeza propia, sembrar y construir con nuestras manos, y hacer una nueva sociedad que sea hechura colectiva de toda la gente buena y honesta”, concluyó.
Las declaraciones de Nicolás Maduro surgen en medio de crecientes tensiones con Washington, luego de que un buque petrolero fuera interceptado y confiscado cerca de aguas venezolanas en un operativo estadounidense que involucró helicópteros, lanchas rápidas y personal fuertemente armado.
El Gobierno venezolano calificó la acción como un “robo”, mientras que la Casa Blanca informó que la embarcación será trasladada a un puerto estadounidense para que su carga de petróleo sea formalmente requisada.
Este incidente intensifica la presión entre ambos países después de varios meses de presencia militar estadounidense en el Caribe, justificada por Washington como parte de la lucha contra el narcotráfico, pero percibida por Caracas como una amenaza destinada a favorecer un posible cambio de gobierno.