En medio de un clima de alta tensión geopolítica en el Caribe, Vladimir Padrino López, titular de la cartera de Defensa de Venezuela, proyectó que el destino de la nación suramericana será el factor determinante que definirá «el nuevo orden mundial». Estas declaraciones surgen como respuesta directa al despliegue aeronaval que Estados Unidos mantiene en la región, maniobras que el Ejecutivo de Nicolás Maduro califica sin titubeos como una «amenaza» a la soberanía e independencia nacional.
Durante una alocución transmitida este miércoles a través de la señal del canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), el alto mando militar planteó la situación actual como una bifurcación histórica para el planeta.
«Lo que pase hoy en Venezuela definirá el nuevo orden mundial y veremos si es un mundo abierto a la cooperación, a las relaciones de respeto con los Estados; un mundo donde se respete el concepto de soberanía, el derecho internacional o un mundo llevado por el caos, la fuerza», sentenció Padrino López.
El ministro enfatizó que la resistencia que, a su juicio, ejerce el país, no responde a un «antojo», sino a una lucha existencial por la libertad. Describió el escenario actual como un «año inédito», marcado profundamente por lo que considera una constante «escalada de agresión» dirigida contra Venezuela.
«Nosotros estamos jugando un papel trascendental en la humanidad (…). Con nuestra determinación de pueblo libre estamos diciendo qué camino queremos tomar: si el camino del vasallaje o el camino de la luz», agregó el funcionario castrense.
«Hora de las definiciones»
En su discurso, Padrino López hizo un llamado a la cohesión interna, asegurando que «ha llegado la hora de las definiciones, de la lealtad a la patria» y de aprovechar el momento para «decirle al mundo» que en el territorio venezolano «hay un pueblo libre».
El general también dedicó palabras a la población y a las fuerzas bajo su mando: «Gratitud es lo que siente hoy mi corazón por todo el desprendimiento, toda la valentía, todo el coraje, toda su resiliencia, toda esa fuerza espiritual que emana de cada uno de sus corazones para tener un país como lo ven hoy en día: asediado, agredido, pero en paz», expresó.
El trasfondo de esta retórica defensiva es la presencia militar que Estados Unidos sostiene en aguas del mar Caribe, próximas al litoral venezolano, desde el pasado mes de agosto. Mientras la Casa Blanca, bajo la administración de Donald Trump, justifica el despliegue como una operación antinarcóticos, Miraflores insiste en que se trata de una «amenaza» de invasión destinada a forzar un cambio de régimen.
La confrontación verbal se agudizó este lunes, cuando el presidente estadounidense declaró que Maduro sería «inteligente» si optara por abandonar el poder, lanzando una advertencia final: si el mandatario venezolano «se hace el duro», será «la última vez» que tenga la oportunidad de hacerlo.
Alerta de seguridad y drones en Trinidad y Tobago
El impacto de la movilización militar estadounidense se ha sentido también en las islas vecinas. El Ministerio de Defensa de Trinidad y Tobago emitió una severa advertencia, asegurando que tomará «las acciones necesarias» contra operadores de vehículos aéreos no tripulados (drones) que han sido detectados sobrevolando terminales aéreas donde se encuentran estacionados equipos y personal militar norteamericano.
Las restricciones afectan específicamente al Aeropuerto Internacional Piarco y al aeropuerto ANR Robinson; en este último, destaca la instalación de un radar estadounidense, pieza clave en el marco de la actual escalada de las tensiones entre Washington y Caracas.
Según el comunicado oficial de la cartera de Defensa trinitense, el objetivo de los operadores de estos drones es captar imágenes de las instalaciones y el equipamiento militar para difundirlas en medios de comunicación a nivel mundial, una actividad que las autoridades de la isla califican como «perjudicial» para sus intereses de seguridad nacional.
Más allá del espionaje, las autoridades advirtieron que estas prácticas constituyen «un peligro» inminente para la aviación civil, subrayando que existe «una posibilidad real de colisiones que pueden provocar muertes a gran escala» entre las aeronaves comerciales que operan en dichas zonas.
Actualmente, el Ministerio de esa nación caribeña adelanta investigaciones para dar con la identidad de quienes violaron la ley al volar dichos dispositivos, con el firme propósito de «evitar más acciones de ese tipo, proteger el interés público y garantizar la seguridad de los pasajeros de todas las aerolíneas».
Con información de EFE.



