La logística petrolera de Venezuela enfrenta una parálisis crítica. Según datos de monitoreo de barcos divulgados este lunes, un buque cisterna cargado con nafta rusa destinada a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), así como al menos cuatro superpetroleros programados para cargar crudo en el país, han revertido sus trayectorias. Estas maniobras de evasión se producen inmediatamente después de que Estados Unidos incautara una embarcación que transportaba crudo venezolano.
La semana pasada, la Guardia Costera estadounidense interceptó y confiscó un gran transportador de crudo (Vlcc, por sus siglas en inglés) que llevaba a bordo aproximadamente 1,85 millones de barriles de petróleo pesado vendido por Pdvsa. Esta acción representa una señal inequívoca del aumento de la fricción entre Caracas y Washington, administración que ha intensificado la presión sobre el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Suministros varados y temor en el Caribe
La incautación ha tenido un efecto dominó inmediato: más de 11 millones de barriles han quedado atascados a bordo de otros buques en aguas venezolanas. La situación ha llevado a varios propietarios de tanqueros a ordenar cambios de rumbo —conocidos como giros en U— para evitar complicaciones legales o retenciones, dado que una armada de barcos estadounidenses se encuentra patrullando el Mar Caribe.
Los reportes detallados ilustran la interrupción de suministros vitales. De acuerdo con los datos de monitoreo de buques de Lseg, el tanquero Boltaris, de bandera de Benín y que transportaba unos 300.000 barriles de nafta rusa hacia Venezuela, dio media vuelta a finales de la semana pasada. La embarcación se dirige ahora hacia Europa sin haber descargado el diluyente, un insumo crucial para las operaciones de Pdvsa.
Paralelamente, el servicio de seguimiento TankerTrackers.com informó que al menos cuatro Vlcc que estaban en los cronogramas de Pdvsa para cargar crudo en puertos venezolanos durante las próximas semanas también han realizado giros de retorno en los últimos días.
Exportaciones bajo mínimos y crisis interna
La presión ejercida por Estados Unidos ha logrado paralizar casi por completo las exportaciones de petróleo de Venezuela desde la semana pasada. Según los datos disponibles, únicamente los buques fletados por la trasnacional Chevron continúan zarpando con crudo venezolano hacia territorio estadounidense, operando bajo el amparo de una autorización específica otorgada previamente por Washington.
A este complejo panorama externo se suma una crisis operativa interna. Pdvsa afirmó este lunes haber sido golpeada por un ciberataque. Fuentes del sector indicaron que este evento obligó al cierre de los sistemas administrativos y operativos de la compañía durante la jornada del lunes, incluyendo la plataforma que gestiona el despacho y entrega de petróleo.
Con información de Reuters.
