Venezuela espera un vuelo de migrantes repatriados desde Estados Unidos, en medio de tensiones entre ambos países por el despliegue aeronaval estadounidense en el mar Caribe, ordenado por Donald Trump bajo el argumento de combatir el narcotráfico, pero que Nicolás Maduro interpreta como un intento de sacarlo del poder.
De acuerdo al rastreador aéreo FlightAware, el vuelo, operado por la estadounidense Eastern Airlines, salió de Phoenix (EE.UU.) y tiene previsto llegar a Venezuela a las 17:23 hora local (21:23 GMT), sin que se sepa, hasta los momentos, el número de migrantes que regresan.
El martes, el Gobierno de Maduro autorizó reanudar los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos operados por Eastern Airlines, tras recibir una solicitud de la Administración de Trump, según el Ministerio de Transporte de Venezuela.
En un comunicado publicado en Instagram, la cartera de Estado comunicó que la autorización se dio «por instrucciones» del presidente Maduro y que se aplica a los vuelos que cubren la ruta desde Phoenix, Arizona (EE.UU.), hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas.
En consecuencia, indicó, los vuelos tienen autorización para ingresar al espacio aéreo venezolano «como de manera periódica semanal ha venido ocurriendo los días miércoles y viernes», desde que ambos Gobiernos acordaron la repatriación de migrantes en enero de este año.
El sábado, Venezuela había afirmado que Estados Unidos suspendió «de manera unilateral, los vuelos de migrantes venezolanos», luego de que Trump advirtiera que el espacio aéreo del país suramericano debía considerar «cerrado en su totalidad», un mensaje que Caracas repudió «con absoluta contundencia».
«Ninguna autoridad ajena a la institucionalidad venezolana tiene facultad para interferir, bloquear o condicionar el uso del espacio aéreo nacional», afirmó el Gobierno venezolano, en un comunicado difundido entonces por la Cancillería en Caracas.
Estos intercambios ocurren en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Caracas, tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe, defendido por la Casa Blanca como parte de su estrategia contra las drogas provenientes de Latinoamérica, pero que la Administración chavista tacha de «amenaza» e intento de propiciar un cambio de régimen.
El pasado 21 de noviembre la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. instó a «extremar la precaución» al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera «una situación potencialmente peligrosa» en la zona, lo que desató una ola de cancelaciones de vuelos desde y hacia el país suramericano.EFE


