El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes 10 de octubre la imposición de un arancel del 100% a todas las importaciones procedentes de China, una medida que entrará en vigor el próximo 1 de noviembre «o antes». Este anuncio representa la decisión más drástica hasta la fecha en la guerra comercial entre ambas potencias.
Durante una alocución desde la Casa Blanca, el mandatario estadounidense justificó la decisión citando los controles a la exportación de «tierras raras» implementados por Pekín, un grupo de minerales cruciales para la industria tecnológica y de defensa a nivel mundial.
Trump condicionó la fecha exacta de la entrada en vigor del arancel a las próximas acciones del gobierno chino, dejando abierta la posibilidad de adelantarla si no observa cambios en las políticas comerciales y de exportación de ese país.
De aplicarse, una tarifa del 100% llevaría la tensión comercial a su punto más álgido desde el pasado mes de abril, cuando aranceles similares avivaron en los mercados el temor a una profunda recesión y a un período de inestabilidad financiera global.
Aunque en el pasado el presidente ha utilizado anuncios similares como táctica de negociación, la firmeza de esta declaración ha puesto en alerta a los círculos económicos, que ahora esperan la reacción del gobierno chino.