Miles de venezolanos, en su gran mayoría chavistas, marcharon este domingo en Caracas por el Día de la Resistencia Indígena, una conmemoración que este año estuvo marcada por el despliegue militar de Estados Unidos en aguas cercanas al país suramericano, lo que el Gobierno de Nicolás Maduro considera un intento de repetir la historia de hace 533 años, cuando denuncia que hubo una invasión.
En la movilización, convocada por Maduro, participaron miembros de comunidades indígenas y autoridades, quienes expresaron su apoyo al mandatario, en medio de las denunciadas como «amenazas» estadounidenses.
Maigualida Martínez, de 45 años e integrante del pueblo yekuana, dijo a EFE estar «en contra de todo eso», en referencia a la presencia militar de EE.UU.
La mujer, procedente del estado Bolívar (sur, fronterizo con Brasil), aseguró tener miedo de que haya «otra vez» un 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón desembarcó en la isla de Guanahaní, a la que llamó San Salvador, y comenzó el llamado descubrimiento de América, un hecho que el chavismo tacha de «invasión» y de inicio de un «genocidio».
«No quisiéramos vivir nuevamente esa guerra», agregó Martínez.
Por su parte, Nelson Díaz, un productor agrícola de 70 años, dijo a EFE que, 533 años después «de la invasión» y de lo que señaló como «una matanza contra todo vestigio de la población indígena», hoy existe «una amenaza constante» y «una presión» contra Venezuela.
«Pero nosotros somos guerreros, (…) creemos que hoy, más que nunca, debemos estar unidos para enfrentar a ese monstruo que se llama los Estados Unidos, que pretenden invadirnos para hacernos mucho daño», señaló el también miliciano.
También se encontró en la marcha Alejandra Sierra, una trabajadora pública de 37 años, quien dijo a EFE que considera «sumamente importante» que el pueblo respalde y enaltezca el «proceso indígena» y que, además, participa en el entrenamiento frente a la «amenaza» de EE.UU.
«Todos debemos adiestrarnos, todos debemos estar pendientes. (…) Sabemos que no vamos a llegar a un proceso violento, pero si pasara, la gente tiene que estar adiestrada», agregó.
En el cierre del acto, Maduro, quien inauguró un monumento al «Gran Cacique Guaicaipuro y Urquía», ordenó conformar «brigadas milicianas» de indígenas de Suramérica para que vayan al país a defenderlo «si fuese necesario».
En contra de la «amenaza imperial»
La ministra de Pueblos Indígenas, Clara Vidal, celebró la «verdadera demostración de pueblo» que, dijo, hubo en la marcha, y destacó el valor de los grupos originarios «para poder ir en contra de cualquier imperio».
«Aquí seguiremos, dando la cara (…) con nuestros arcos y flechas, con nuestras cerbatanas, con nuestra moral en alto. (…) Nicolás Maduro no está solo», expresó.
En un manifiesto leído en la actividad, pueblos indígenas afines al chavismo denunciaron «la amenaza imperial» en el mar Caribe «con equipos nucleares, poniendo en riesgo la paz de la región» y del país, «violando la Carta de las Naciones Unidas y tratados internacionales».
Horas antes, en un acto en el Panteón Nacional, Vidal advirtió que hoy, 533 años después, hay en el Caribe «otros barcos, pero con misiles».
Sin embargo, la ministra aseveró que, si bien Venezuela «continúa asediada por el imperio norteamericano y sus aliados», no se va a repetir «la misma historia».
Washington defiende el despliegue como una operación para combatir el supuesto narcotráfico procedente de la nación suramericana, mientras que Caracas denuncia que se trata de una «amenaza» para propiciar un «cambio de régimen».