Una intervención de Estados Unidos para deponer al presidente venezolano Nicolás Maduro «puede incendiar América del Sur» y Brasil no lo aceptará, advirtió en entrevista con la AFP el asesor especial del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Celso Amorim.
Amorim, que fue canciller de Lula en sus primeros dos gobiernos (2003-2010), expresó preocupación por los ataques estadounidenses sin «ninguna prueba» contra embarcaciones de supuestos narcotraficantes en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, lo que calificó como una «amenaza de intervención externa».
El asunto, según el veterano diplomático, puede estar en la agenda de una reunión todavía a confirmar entre Lula y el presidente estadounidense, Donald Trump, el domingo en Malasia, al margen de la cumbre regional de la Asean.
A continuación fragmentos de la entrevista:
Pregunta: ¿Lula expresará su descontento ante Trump por los ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe si se concreta su reunión el domingo?
Respuesta: «Dependerá del ambiente de la conversación. Brasil claramente está preocupado con el uso de la fuerza, la amenaza del uso de la fuerza o la amenaza de métodos clandestinos como la CIA para derribar gobiernos de la región.
No queremos una convulsión en nuestra región. Dependiendo de lo que suceda, puede efectivamente tener consecuencias muy profundas y muy graves. No va a quedar contenida a los países donde ocurra.
Hay una amenaza de intervención externa, (…) hay personas muriendo ya. No sé si son narcotraficantes, pero no hay ninguna prueba de que lo sean. Es muy peligroso».
P: ¿Si EEUU interviene para deponer al mandatario venezolano Nicolás Maduro, cómo se posicionaría Brasil?
R: Estamos en contra de una intervención externa. El problema de quién va a gobernar en Venezuela es de los venezolanos. No es fácil, exige mucha ayuda para crear puentes, pero una intervención externa, sea armada o con servicios de inteligencia, no es el camino.
No podemos aceptar una intervención externa porque eso va a crear un resentimiento inmenso. Para Brasil y para Colombia (puede) crear problemas concretos de refugiados. Eso puede incendiar América del Sur y llevar a la radicalización de la política en todo el continente».
Con información de SWI.



