El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, reiteró su rechazo a los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago, tildándolos de «agresión deliberada» contra la soberanía nacional y regional.
«Ningún despliegue aeronaval, por más poderoso que se crea e intimidatorio que pretenda ser, podrá arrebatar la independencia del pueblo venezolano, ni de los pueblos del Caribe o Latinoamérica», dijo Padrino López durante un acto por el Día del Músico.
El general en jefe condenó las maniobras de la Unidad 22 de Expedición Marina de EE.UU., que se intensificaron en la isla caribeña entre el 16 y el 21 de noviembre, con el atraque del destructor USS Gravely –equipado con misiles guiados– en Puerto España.
«No son maniobras inocentes; son una amenaza directa a nuestra soberanía y la de la región. Basta ya de amenazas, manipulaciones e imposición del poder», exclamó, al tiempo que remarcó que estas acciones forman parte de una «estrategia imperialista» para imponer la hegemonía estadounidense.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se remontan a agosto, cuando Washington inició un masivo despliegue en el Caribe –incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford y miles de efectivos– bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.
Las denuncias de Venezuela
Las operaciones ya cuentan con una veintena de ataques a presuntos narcotraficantes, que han causado al menos 83 muertes, según Amnistía Internacional.
El Gobierno de Nicolás Maduro interpreta estas acciones como un plan para un «cambio de régimen», especialmente tras la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista y la recompensa de 50 millones de dólares por el mandatario venezolano.
Trinidad, a solo 11 km de Venezuela, ha sido acusada por el chavismo de «hipotecar» su soberanía al permitir los ejercicios, pese a las negaciones de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar.



