El ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, cuestionó el jueves la postura de algunos gobiernos de la región, a los que acusó de colaborar con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. Sus declaraciones se produjeron un día después de que el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, confirmara que su país autorizó a Washington a operar en zonas restringidas con el propósito de reforzar las acciones contra el narcotráfico.
Durante un acto conmemorativo por el 104 aniversario de la Aviación Militar Bolivariana, Padrino López afirmó que “hay gobiernos genuflexos, ustedes los conocen, ustedes saben que se prestan para el juego imperialista (Estados Unidos), para militarizar el Caribe, para hacer el Caribe un mar cerrado para sus intereses”.
El alto funcionario, uno de los ministros con más años en el gabinete de Nicolás Maduro —con 11 años consecutivos al frente de la cartera castrense—, instó a esos mandatarios, sin identificarlos, a que “dejen de actuar en contravía del sentimiento de sus pueblos. Los pueblos de Latinoamérica y el Caribe no quieren guerra… quieren paz”.
Autorización de República Dominicana a USA
La reacción de Caracas siguió al anuncio del presidente Abinader, quien el miércoles, en compañía del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, confirmó que Estados Unidos quedó autorizado “por tiempo limitado” para reabastecer aeronaves y movilizar equipos y personal técnico dentro de áreas restringidas en la Base Aérea de San Isidro y el Aeropuerto Internacional Las Américas.
Hegseth viajó a Santo Domingo para sostener reuniones con las principales autoridades dominicanas, incluido el jefe de Estado.
La decisión representa el primer acuerdo público de este tipo entre Washington y República Dominicana. Se concreta en un contexto en el que Estados Unidos intenta consolidar alianzas para enfrentar embarcaciones presuntamente vinculadas con el tráfico de drogas en aguas internacionales del Caribe y del océano Pacífico. Desde septiembre, cuando iniciaron esas operaciones, al menos 83 personas han fallecido, según datos estadounidenses, que aseguran que algunas de las embarcaciones salieron desde Venezuela.
Despliegue militar cuestionado por Caracas
El gobierno de Donald Trump ha defendido que la presencia militar busca frenar a los cárteles de la droga en la región. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro sostiene que se trata de una agresión directa contra la soberanía venezolana y parte de una estrategia internacional para desplazarlo del poder.
La semana pasada, las autoridades de Trinidad y Tobago informaron que ejecutarían, por segunda vez, ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos. Ante ello, el gobierno venezolano acusó a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, de “prestar su territorio” para amenazar a Venezuela.
Con información de AP.



