El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió el domingo en que Ucrania y Rusia están “más cerca que nunca” de un acuerdo de paz, mientras recibía al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en su resort de Florida, pero reconoció que las negociaciones aún podrían fracasar y la guerra podrá prolongarse durante años.
Antes de esa reunión, Trump tuvo una conversación telefónica de dos horas y media con el presidente ruso Vladímir Putin. Trump insistió en que creía que Putin todavía quiere la paz, aun cuando Rusia lanzó otra ronda de ataques contra Ucrania mientras Zelenskyy volaba a Estados Unidos para la última ronda de negociaciones.
“Rusia quiere que Ucrania tenga éxito”, dijo Trump durante una conferencia de prensa tras la reunión con Zelenskyy, a quien describió repetidamente como “valiente”.
Trump y Zelenskyy reconocieron que aún quedan cuestiones espinosas, como si Rusia puede conservar el territorio ucraniano que controla. Después de su reunión, llamaron a varios líderes europeos, incluyendo a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y a los mandatarios de Finlandia, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Polonia.
Zelenskyy agradeció a Trump por su trabajo. “Ucrania está lista para la paz”, dijo.
Trump y Putin hablarán nuevamente
Trump aseguró que llamaría a Putin después de la reunión con Zelenskyy. Más temprano el domingo, el asesor de asuntos exteriores de Putin, Yuri Ushakov, dijo que la llamada entre Trump y Putin fue iniciada por la parte estadounidense, duró más de una hora y fue “amistosa, benevolente y profesional”. Ushakov indicó que Trump y Putin acordaron hablar de nuevo “pronto” después de la reunión de Trump con Zelenskyy.
Pero Ushakov agregó que se necesita una “decisión política firme y responsable de Kiev” sobre la región del Donbás, en el este de Ucrania, y otros asuntos en disputa para que haya un “cese completo” de las hostilidades.
Durante la noche, tres bombas guiadas lanzadas por Rusia impactaron en casas privadas en la ciudad oriental de Sloviansk, según el jefe de la administración militar local, Vadym Lakh. Tres personas resultaron heridas y un hombre murió, informó Lakh en una publicación en Telegram.
El ataque se produjo un día después de que Rusia atacara la capital de Ucrania con misiles balísticos y drones el sábado, matando al menos a una persona e hiriendo a 27, dijeron las autoridades ucranianas.
Sin embargo, Trump dijo que aún cree que Putin es “muy serio” sobre poner fin a la guerra.
“Creo que Ucrania también ha realizado algunos ataques muy fuertes”, comentó Trump a los periodistas mientras Zelenskyy estaba a su lado. “Y no lo digo negativamente. Creo que, probablemente, tienes que hacerlo”.
Trump señaló que era posible que las negociaciones se desmoronaran. “En unas pocas semanas, lo sabremos de una forma u otra, creo… Pero también podría salir mal”.
La reunión cara a cara entre Trump y Zelenskyy también pone de relieve el aparente progreso realizado por los principales negociadores de Trump en las últimas semanas, ya que las partes intercambiaron borradores de planes de paz y continuaron dando forma a una propuesta para poner fin a los combates. Zelenskyy dijo a los periodistas el viernes que la propuesta de borrador de 20 puntos que los negociadores han discutido está “lista en aproximadamente un 90%”, reflejando una cifra y el optimismo que los funcionarios estadounidenses transmitieron cuando los principales negociadores de Trump se reunieron con Zelenskyy en Berlín hace unas semanas.
Durante las recientes conversaciones, Estados Unidos acordó ofrecer ciertas garantías de seguridad a Ucrania similares a las ofrecidas a otros miembros de la OTAN. La propuesta surgió cuando Zelenskyy dijo que estaba preparado para abandonar la candidatura de su país para sumarse a la alianza de seguridad si Ucrania recibía una protección similar a la que otorga la OTAN, la cual estaría diseñada para salvaguardarla de futuros ataques rusos.
Semanas “intensas” por delante
Zelenskyy también habló el día de Navidad con el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y con Jared Kushner, yerno de Trump. El gobernante ucraniano declaró que discutieron “ciertos detalles sustanciales” y advirtió que “todavía hay trabajo por hacer en temas delicados” y que “las próximas semanas también podrían ser intensas”.
El presidente de Estados Unidos ha estado trabajando para poner fin a la guerra en Ucrania durante gran parte de su primer año de regreso en el cargo, mostrándose irritado tanto con Zelenskyy como con Putin, y a la vez reconociendo públicamente la dificultad de poner fin al conflicto. Lejos quedaron los días en que, cuando era candidato presidencial en 2024, se jactaba de que podría resolver los combates en un día.
Después de recibir a Zelenskyy en la Casa Blanca en octubre, Trump exigió que Rusia y Ucrania dejaran de pelear y “se detuvieran en la línea de batalla”, implicando que Moscú debería poder conservar el territorio ucraniano que ha capturado.
Zelenskyy también señaló la semana pasada que estaría dispuesto a retirar soldados del corazón industrial del este de Ucrania como parte de un plan para poner fin a la guerra, si Moscú también se retira y el área se convierte en una zona desmilitarizada, monitoreada por fuerzas internacionales.
Putin quiere conservar los avances rusos, y más
Putin ha dicho públicamente que quiere que todas las áreas en cuatro regiones clave que han sido capturadas por sus fuerzas, así como la península de Crimea, sean reconocidas como territorio ruso. También ha insistido en que las fuerzas ucranianas se retiren de algunas áreas en el este de Ucrania que las fuerzas de Moscú no han capturado. Kiev ha rechazado públicamente todas esas exigencias.
El Kremlin también quiere que Ucrania abandone su candidatura para sumarse a la OTAN. Advirtió que no aceptaría el despliegue de soldados de miembros de la alianza militar y que, de ocurrir, los consideraría un “blanco legítimo”.
Putin también ha dicho que Ucrania debe limitar el tamaño de su ejército y dar estatus oficial al idioma ruso, exigencias que ha efectuado desde que el conflicto comenzó.
Ushakov declaró este mes al diario de negocios Kommersant que la policía y la guardia nacional rusas permanecerían en partes de Donetsk —una de las dos áreas principales, junto con Luhansk, que conforman la región del Donbás—, incluso si se convierten en una zona desmilitarizada bajo un posible plan de paz.
Ushakov advirtió que tratar de llegar a un acuerdo podría llevar mucho tiempo. Dijo que las propuestas de Estados Unidos que tomaban en cuenta las exigencias rusas habían sido “empeoradas” por las alteraciones propuestas por Ucrania y sus aliados europeos.
Trump ha sido algo receptivo a las exigencias de Putin, argumentando que se puede persuadir al presidente ruso para que ponga fin a la guerra si Kiev acepta ceder territorio ucraniano en la región del Donbás y si las potencias occidentales ofrecen incentivos económicos para reintegrar a Rusia a la economía global.



