(ARCHIVOS) En esta foto de archivo tomada el 28 de junio de 2018, el italiano Giovanni Angelo Becciu, suplente de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y delegado especial de la Soberana Orden Militar de Malta, sale tras arrodillarse ante el Papa Francisco para jurar fidelidad y convertirse en un cardenal durante un consistorio para la creación de catorce nuevos cardenales el 28 de junio de 2018 en la basílica de San Pedro en el Vaticano.(Foto de Andreas SOLARO / AFP)
Condenado en el Vaticano un cardenal Angelo Becciu, ex jefe de la oficina de santificación del Vaticano a cinco años y medio de prisión por fraude financiero
Becciu estuvo indirectamente implicado en un escándalo financiero que involucró la inversión del Vaticano en un acuerdo inmobiliario en Londres.
El proceso ha dilucidado la compra de un edificio en el centro de Londres orquestada por la Secretaría de Estado vaticana cuando Becciu era su sustituto de Asuntos Generales (2011-2018), una operación altamente especulativa que creó un agujero en las cuentas de la Santa Sede de al menos 139 millones de euros.
En concreto, se trataba de un edificio en Sloane Avenue, una antigua sede de las galerías Harrods en el exclusivo barrio de Chelsea.
La acusación apunta que el edificio había costado a la Santa Sede unos 350 millones de euros pero que fue luego vendido por el Vaticano por 186 millones de libras (unos 214 millones de euros).
Pero, además, aquella adquisición acabó siendo utilizada para extorsionar al Vaticano y demostrando la poca transparencia y las irregularidades que había en las cuentas de la Santa Sede.
Los otros imputados, acusados de cargos como peculado, estafa agravada, extorsión y blanqueo de capitales, recibieron una petición de pena de entre 3 y 13 años de cárcel y entre 9.000 y 18.000 euros como resarcimiento.
Se trata de los responsables vaticanos René Brülhart, Tommaso Di Ruzza y Fabrizio Tirabassi, así como del sacerdote Mauro Carlino, exsecretario de Becciu.
También esperan sentencia los corredores financieros y mediadores, acusados de lucrarse y estafar a la Santa Sede, Enrico Crasso, Raffaele Mincione, Cecilia Marogna, Gianluigi Torzi y Nicola Squillace
AFP y EFE