Eduardo Fernández llama a convocar un cónclave de elites para definir quién será el candidato de la oposición, olvida Fernández que la candidata ya ha sido escogida en Primarias y que si bien pesa sobre ella una inhabilitación fantasma, la verdadera lucha política consiste en hacer valer los derechos de la candidata en todos los escenarios sumando voluntades, porque eso de dar como un hecho irreversible las inhabilitaciones es darle el triunfo a Maduro en bandeja de plata, mucho menos por un acuerdo de elites cuando la nueva coalición que se está fraguando ejerce la democracia directa, de contacto con el ciudadano, que difiere en fondo y forma de la manera de acordarse de la vieja coalición que siempre invoca a las elites, como ocurrió con el tristemente Carmonazo de 2002, que con el apoyo del pueblo en la calle fue negociado por un cónclave de un sector del empresariado y el generalato con un saldo lamentable de perdida de vidas humanas y cárcel para unos policías que pagan una injusta condena.
Hay un viejo dicho que dice que político que respira aspira, esto aplica para Fernández quien cada vez que reaparece con una propuesta fuera de tiempo como la que acaba de realizar, repite como una fotocopia la propuesta de acuerdo de elites, sin tomar en cuenta que la institucionalidad del país ha sido desmontada sistemáticamente y la CTV con sus sindicatos y las universidades autónomas, por mencionar algunas de las más golpeadas, están literalmente sin músculo ni fuerza para participar en otra cosa que no sea sus demandas salariales y sociales.
El Cónclave que propone Fernández supone que la candidata está muerta por la inhabilitación de Maduro y que se requiere como en la iglesia católica un nuevo Papa que asuma la jefatura y la conducción de la iglesia, pero ese no es el caso, ni María Corina está vencida ni fallecida, ni ha abandonado la lucha, así que la propuesta de Cónclave de elites de Fernández es además de extemporánea y errónea, un flaco favor que se le hace a Maduro dándose por vencido y entregándole de gratis la continuidad en el poder, una cosa bien distinta es que el siempre aspirante a la Presidencia, hubiese propuesto la unión de los venezolanos para defender el resultado de la Primaria en torno a la candidata electa, lamentablemente eso no es lo que ha ocurrido y como un muñeco porfiado, se presenta de nuevo con sus rayas de felino sin garra, con el mismo discurso de siempre, ante una mermada audiencia que lo ve y escucha con lástima, por lo que pudo haber sido y nunca fue.
