(foto Chris Jackson AFP)
Ante situaciones excepcionales, soluciones excepcionales. Esta es la máxima que rige en el Palacio de Buckingham ante lo que la prensa ya ha bautizado como «el declive de los Windsor». Con los principales representantes de la Corona fuera de escena, la preocupación va en aumento. Ya lo decía Isabel II, hay que ser visto para ser creído.
Por larazon.es
La reincorporación de Kate a la agenda pública prevista para después de Semana Santa podría calmar los ánimos. No obstante, según el rotativo monárquico «The Telegraph», ya se valoran algunos cambios para hacer frente a una Familia Real cada vez más reducida.
El cáncer que padece Carlos III, de 75 años, ha hecho replantearse las cosas. Está claro que tras el tratamiento no podrá presidir muchos actos públicos. Y es evidente que, a sus 76 años, Camila tampoco puede soportar el peso de la Corona. La intensa actividad en los últimos meses para paliar las bajas de su esposo y los príncipes de Gales le han dejado «exhausta».
Por lo tanto, a fin de «repartir las cargas», según el rotativo, el Palacio de Buckingham estaría considerando planes para permitir que Camila y Kate sean los primeros miembros de la realeza sin linaje en presidir ceremonias de entregas de honores. Cuando Isabel II empezó a tener dificultades para hacer frente al volumen de investiduras tras la pandemia de Covid, esta posibilidad ya se valoró. Y ahora habría interés para reabrir el debate ante un Rey con cáncer y un número cada vez menor de miembros de alto rango de la realeza en activo.
Por el momento, las ceremonias de entrega de honores sólo pueden estar presididas por los miembros con sangre real. Con la salida del príncipe Harry, tras el sonado Megxit, y el príncipe Andrés, por la polémica sobre supuesto abusos a menores, la lista se reduce al Rey, el heredero y los otros dos hermanos del monarca, la princesa Ana y el príncipe Eduardo. Sin embargo, algunos en los círculos reales se preguntan si la monarquía se beneficiaría de una inyección de sangre fresca en este y otros aspectos.
«La Reina Camila ha demostrado ser una esposa muy trabajadora y ¿quién no querría que la princesa de Gales le entregara un título? Existe la sensación de que ambas se lo han ganado y que podría resultar un cambio muy popular», aseguraba una fuente a «Daily Mail». Aunque existe cierto escepticismo entre algunos sectores.
Cada año se celebran unas 30 investiduras en el Palacio de Buckingham o el Castillo de Windsor, así como en Escocia e Irlanda del Norte, y más de 2.600 personas reciben honores por logros personales por parte de un miembro de la Familia Real.
No hay prisa por hacer cambios, pero tampoco pausa. El objetivo, al fin y al cabo, es evitar la imagen de trono de vacío. Camila se tomará una semana de descanso porque quieren que esté con fuerzas de cara al 11 de marzo, día de la Commonwealth, una de las fechas más señaladas en el calendario de Buckingham El monarca mandará un mensaje por vídeo, pero la presencia de la reina es primordial.
El futuro viaje a Australia de Carlos III y Camila
El Gobierno australiano está ya con los preparativos del viaje de Carlos III y Camila previsto para finales de año. «El Rey ha mostrado su compasión por los australianos afectados por los recientes desastres naturales, del mismo modo que los australianos han mostrado compasión y apoyo al Rey tras su diagnóstico de cáncer. El Rey, la Reina y los miembros de la Familia Real siempre son bienvenidos en Australia», comentó recientemente el primer ministro australiano, Anthony Albanese.