Ligero de equipaje, pero con la maleta llena de esperanzas. Con una mirada cómplice, confidente, pérdida, quizás, en el neceser de los recuerdos, de la convicción bravía y las certezas. Dijo el filósofo griego Aristóteles: “La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía” y allí podría encajar Regis Iglesias Ramírez, miembro del Movimiento Cristiano Liberación, activista por la libertad de Cuba y exprisionero de conciencia en las mazmorras del régimen castrista. De formación católica hoy se aferra a la fe, desde la frialdad del exilio sin dejar de voltear el rostro hacia el sur, donde las aguas bañan y mantienen cautiva a la mayor de Las Antillas.
La gente piensa que es difícil que se caiga el comunismo, pero muchos sostienen que va a ser más difícil reconstruir Cuba. ¿Qué valores se necesita para poder reconstruir Cuba, no solamente de la ruina física, sino también de todo el carácter deshumanizante de la dictadura?
“Primero hay que restaurar el imperio de la ley. Y segundo nuestra cultura de educación es fundamental. Han sido 65 años de desconstrucción de todo un sistema republicano al cual llegamos con mucho sacrificio y esfuerzo del pueblo en su lucha por la independencia y también por la solidaridad y el apoyo del exterior que nos llegó fundamentalmente de los Estados Unidos” – afirmó Iglesias en entrevista con DIARIO LAS AMERICAS.
“Yo espero que el cambio, esta vez, va a llegar de la mano del pueblo, del sacrificio del pueblo cubano, pero hay que exigir que también sea acompañado de la solidaridad de los países que en el mundo, las democracias que en el mundo, hoy todavía miran hacia Cuba y solo ven a un régimen que impide el derecho a los cubanos. Tienen que ver a los cubanos, que son los que están luchando y trabajando por los cambios y por su libertad”.
En medio de escenarios complejos, a medida que van avanzando las generaciones, paradójicamente se han perdido valores y deteriorado el concepto de cubanía. Sin embargo, el concepto en sí se puede rescatar a partir del propio legado nacional. “Nosotros tenemos una tradición cultura muy rica, una tradición histórica muy rica y tenemos que estar orgullosos de los hombres que fundaron y forjaron nuestra identidad nacional como el padre Felipe Varela, José de la Luz y Caballero, Augusto Arango y Parreño, y luego también con Carlos Manuel de Céspedes, como Ignacio Agramonte, Felipe Poey, Carlos J. Finlay, José Raúl Capablanca, como Ernesto Lecuona, y creo que, que hay que rescatar eso, hay que educar de nuevo, tenemos que reeducarnos, redirigirnos al conocimiento de nuestra historia que es una referencia, hay que volver a nuestra historia, hay que volver a nuestra cultura, y teniendo estos presupuestos como base para la reconstrucción de nuestra nación, creo que va a ser exitosa desde el momento que seamos libres”.
Algunos, opinan que el destierro ha exacerbado la cubanía. La ha hecho germinar. Para Regis Iglesias “Se ha recogido con mayor celo esa cultura nacional en el exilio. Pero el cubano dentro de la isla es tan cubano como el que está fuera. No obstante, el hecho de que ha tenido ese sistema opresivo donde creció y vivió; le ha impedido, incluso, conocer nuestra propia historia. Es esencial el papel del exilio en el momento de la reconstrucción y antes de ella, en ese rescate para volver a nuestras raíces culturales y de identidad, a nuestra religiosidad, y afortunadamente tenemos muchos intelectuales que son o podrían ser una referencia” por eso precisamente “el régimen ha prohibido o dificultado el acceso a esas manifestaciones».
La pregunta es ¿Cuántos en ese exilio retornarían a Cuba el día en que sea extirpado el comunismo del desgobierno insular? ¿Regresarían? “Yo espero que sí, en la medida que se sientan parte de la reconstrucción de nuestro país – responde Iglesias – “En la medida que no sean utilizados como son utilizados muchos para mantener las prebendas y los privilegios de que goza la cúpula de poder castrista y otros que aceptan estas migajas para tener una relación con el país y de paso hacerse ricos a costilla de la propia gente”.
¿Tú regresarías? “Yo regresaría antes, yo regresaría ahora mismo si me reconocieran mi derecho a regresar. Es una de las premisas para la nueva etapa: la libertad de todos los presos políticos, el regreso de los exiliados, la eliminación de las leyes draconianas que han mantenido a la dictadura por décadas y la proclamación del estado de derecho”.
¿La cubanía es? “Los que rescatan esa historia y ese legado… de una manera egoísta para mí la cubanía son todos los recuerdos, las memorias de mi país y por supuesto las vivencias”.
Iglesias fue parte del Proyecto Varela, la iniciativa liderada por Oswaldo Payá. Casi un puente entre la invasión de Bahía de Cochinos y las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 y posteriores muestras de descontento popular que mantienen en jaque (como un ataque de Capablanca) a la dictadura. ¿Estamos más cerca de la liberación?
“Estaremos más cerca en la medida que seamos consecuentes con nuestras ideas y que pongamos a Cuba por encima de todos los intereses individuales. O Cuba se reconstruye con todos o no se reconstruye con nada.
Regis Iglesias Ramírez, nacido el 18 de septiembre de 1969. Su infancia estuvo marcada por experiencias singulares, como su viaje a China en su niñez, acompañando a su padre, quien se desempeñaba como corresponsal de la Agencia Prensa Latina en Pekín. Durante su juventud, tuvo un encuentro significativo con Fray Miguel Ángel Loredo, un sacerdote cubano notable por su largo período de detención, cuyas ideas políticas resonaron profundamente. Este encuentro contribuyó a moldear sus convicciones y perspectivas políticas. Posteriormente, se unió al Movimiento Cristiano de Liberación, fundado por Oswaldo Payá, cuya trágica muerte en 2012, junto con Harold Cepero, conmocionó a la comunidad. Inmerso en la actividad política, Regis enfrentó la represión del castrismo, detenido junto a sus compañeros de lucha y condenado a casi ocho años de prisión. Durante este período, experimentó la penumbra en las cárceles cubanas, transitando por cinco instalaciones penitenciarias de la isla. En 2009, fue exiliado a España, donde continuó su activismo y búsqueda de justicia y libertad. Hoy radica en EEUU.
@YoandyCastaneda