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Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, se refirió recientemente a la expulsión de varios políticos internacionales que habían sido invitados por la oposición para las elecciones presidenciales del 28 de julio.
“Les advertimos: solamente gente con dignidad puede entrar en esta tierra sagrada, cualquiera que quiera entrar a Venezuela debe entender que Venezuela debe ser respetada”. Con estas palabras se expresó la funcionaria chavista el viernes pasado frente a un grupo de observadores.
Las declaraciones ocurrieron después de que se impidiera la entrada al país a exmandatarios como Mireya Moscoso, de Panamá; Vicente Fox, de México; Jorge Quiroga, de Bolivia; y Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica.
Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta de Colombia, también se vio afectada por estas medidas.
Este conjunto de políticos fue retirado de un avión de Copa Airlines que se disponía a partir de Panamá hacia Caracas.
Por razones políticas, se les solicitó desembarcar la aeronave para permitir su despegue.
En un incidente similar, se negó la entrada a Venezuela a un grupo de nueve eurodiputados, diputados y senadores del partido conservador español PP la noche anterior.
Los políticos regresaron a Madrid este sábado y declararon que «la limpieza de las elecciones venezolanas no está garantizada».
«Hemos observado una dictadura que se pudre y se cae y tememos que mañana es capaz de las mayores atrocidades para intentar impedir la victoria imparable de la oposición democrática». Estas fueron las palabras de Esteban González Pons, eurodiputado y responsable de asuntos internacionales del Partido Popular, tras su regreso de Venezuela.
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