CARACAS. – Al “fraude electoral” se le vieron las costuras mucho antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), al servicio del régimen de Venezuela, le atribuyera a Nicolás Maduro mayoría de votos, sin totalización oficial y auditoría, en un proceso marcado por el ventajismo y la arbitrariedad.
Este 28 de julio, Maduro llamó, luego de votar solo y muy temprano en la mañana, a “rematar” para “convencer y vencer” a sus seguidores, tras la advertencia del gobernador oficialista Freddy Bernal, en una entrevistas días antes. “Te digo que vamos a ganar… no te voy a dar número, te voy a decir lo que yo estoy haciendo en Táchira y en todo el país: cada miembro de UBCH tiene una carpeta con una metodología que hemos elaborado, que sabemos quién va a votar por nosotros, quién puede votar contra nosotros y quién está ahí más o menos”.
Al conteo se le añade ahora un supuesto “hackeo” a la transmisión de datos, según el fiscal del régimen Tarek William Saab, que exigiría una auditoría. Sin ello y la publicación de resultados detallados, Maduro ha sido proclamado.
«La oposición unitaria tiene en su poder 40% de actas impresas, según informó la líder María Corina Machado y podría mostrarlos a la comunidad internacional porque sería una muestra representativa», dijo Omar Barboza, secretario general de la Plataforma Unitaria. Sin embargo, no es seguro que 60% de papeletas y actas sean los originales, señalan los analistas.
Cómo se montó el fraude
El fraude electoral se habría concebido de forma matemática y no con las máquinas en las que cada elector votó por el candidato opositor Edmundo González y obtuvo su papeleta. Cada máquina, además, totaliza los votos y entrega un acta impresa en las mesas. Allí comenzó la cadena del fraude, según analistas. Los principales eslabones son:
1.- La población de electores fue de 21.3 millones, según cifra oficial del CNE, afectada por intempestivos cambios de centros de votación dentro del territorio nacional y fuera del país, violación del derecho de elegir de venezolanos residenciados en el exterior y creación de centros con una o dos mesas en las que controlaban la base de datos de seguidores activos.
2.- Si bien hasta el mediodía la instalación de los más de 30.000 centros electorales fluyó con normalidad, entre algunos retrasos y fallas de máquinas, al cierre de las mesas se reportaron graves incidencias en algunos centros de votación: no dejaron entrar a testigos de la oposición, funcionarios de las mesas les negaron a los que lograron incorporarse copias de las actas, militares se llevaron cajas con papeletas mientras que en otros casos testigos impidieron la acción abusiva.
También los militares les negaron a los testigos principales opositores ante la Junta Nacional del CNE el ingreso a la sede del CNE para presenciar la totalización.
3.- La transmisión de datos se detuvo súbitamente cerca de las 9:00 pm, según reportaron en varios centros de votación, mientras el CNE “hizo aparecer” 40% más de mesas que no habían transmitido desde los centros de votación y anunció el resultado con 80% de “actas computadas”.
4.- El conteo de votos manuales en centros ubicados en zonas populares de Caracas y el interior fue “protegido” por la cúpula militar que encabeza el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, según denuncias.
5.- Aparición de grupos violentos seguidores del régimen en centros de votación que hostigaron a testigos y paralizaron el trabajo de mesas.
FUENTE: Con información de Eugenio Martínez, José María Del Pino, Diario Las Américas