La industria de la construcción le da nuevos usos a la inteligencia artificial. En un edificio residencial en construcción en Seattle, Washington, dos robots autónomos trabajan en cada piso.
“El robot se desplaza por cada cuarto del piso. Ya tiene cargados los planos por lo que sabe dónde estarán las paredes. Lo que hace es desplazarse y tomar una foto de 360 grados de alta resolución. Luego carga esas fotos en la nube, donde realiza una serie de análisis impulsados por inteligencia artificial que luego se envían al equipo del proyecto”, explicó Stewart Germain, Director de innovación de Skanska.
Sin embargo, cuando los robots fueron presentados al personal de construcción hace tres meses como parte del programa piloto entre la compañía Skanska y Nextera Robotics, algunos se mostraron escépticos.
“No he visto un robot que sea capaz de maniobrar de forma autónoma en una obra que cambia constantemente. Siempre hay cosas que se interponen en el camino. Siempre hay gente entrando y saliendo”, comentó Garret Metz, Ingeniero del proyecto Skanska.
Pero los jefes de proyectos insisten en que estos robots están para ayudar y realizar labores tediosas y peligrosas.
«Poder seguir el progreso de todos los oficios en una torre residencial de 31 pisos y 324 unidades es algo que demandaría muchísimo tiempo y sería muy, muy difícil de hacer para un humano», aeguró Jacob Ryals, Gerente de operaciones robóticas de Nextera.
Para Ryals, la expansión de la inteligencia artificial en la construcción es solamente cuestión de tiempo. Ángela González, Voz de América.