Los haitianos en Springfield, Ohio, luchan para reparar su reputación después de la tormenta mediática que los puso en el medio del ciclón desde la semana pasada.
La calma parece haber finalmente vuelto, las alarmas falsas de bomba pararon y la comunidad haitiana ahora hizo un llamado a la unidad, frente a las falsas acusaciones que convencieron a algunos de irse de Springfield.
Miguel Jerome, locutor de radio haitiano, explica:
“Estamos recibiendo los soportes en diferentes maneras aquí en la ciudad. Entonces estamos como…desarrollando esta relación más y más para que ellos nos entiendan y que podamos entenderlos a ellos, conocer su cultura, etcétera.”
Los haitianos crecieron junto a la ciudad, dicen sus líderes, y su deseo es proteger a Springfield. Y si difundir desinformación es política para algunos, para ellos es una cuestión de vida o muerte, como para Jean Bebilor, residente haitiano:
“Vivimos en la comunidad y al hacer estas declaraciones recuerden lo que nos hacen.”
A la espera de la visita de Donald Trump en las próximas dos semanas, ya uno de sus aliados, Vivek Ramaswamy vino a Springfield para brindar, dijo, solidaridad a la población local.
A pesar de los llamados a bajar la tensión, el miedo permanece entre algunos residentes latinos como Diana:
“Sí, tengo miedo, porque nos están diciendo que nos van a deportar.”
Mientras, otros residentes dicen no poder más con los inmigrantes haitianos por razones que van más allá de la cuestión racial.
Bill Albright, residente, dice:
“Me roban. Me parto el alma para conseguir todo lo que gano, y me lo quitan para darle a la gente que no son nada. Ellos reciben vivienda, atención médica, transporte, comida. Esto tiene que parar.”
Otros piden simplemente que las familias locales sean puestas en primer lugar por encima de los migrantes, cuando se habla de atención médica y salarios.
Lisa Hayes explica:
“No es un salario digno para nosotros. No podemos vivir con 10, 12 o 15 dólares la hora. No podemos hacerlo. Otros no pueden porque, ya sabes, están acostumbrados a no ganar nada”.
Al mismo tiempo, residentes como Rebecca Mark, afirman que los migrantes han mejorado la ciudad y que, a pesar de todo, ahora Springfield recibirá más ayuda estatal a nivel económico y de salud pública.
“Ya es hora de que Springfield reciba algo de la atención que necesita para ayudar a resolver sus problemas y proteger a la ciudadanía cuando se están difundiendo rumores, que no tienen fundamento, contra un grupo de personas.”
La alcaldía nunca contestó a la solicitud de la Voz de América de una entrevista, pero su alcalde dijo que si Donald Trump vendrá, recibirá toda la seguridad necesaria.
En medio de todo esto, hemos visto varias señales de solidaridad con la comunidad haitiana, como una marcha que tendrá lugar a final del mes. Hemos tratado de hablar con algunos pastores de la Iglesia Católica local pero dijeron que no quieren hablar por ahora sobre el tema de los haitianos discriminados.