El jefe del ejército israelí, Herzi Halevi, se dirigió a sus soldados en el norte de Israel, y afirmó que los ataques aéreos de los últimos días tuvieron como objetivo «preparar el terreno» para una posible incursión terrestre del Líbano.
“Prepárense. Hoy continuaremos, no nos detendremos, seguiremos golpeándolos y golpeándolos por todas partes.”
Por su parte, el Secretario de Estado, Antony Blinken, indicó que Estados Unidos trabaja arduamente con varios socios para reducir las tensiones entre Israel y Hezbolá.
“Nos reunimos en un momento de alta tensión. El riesgo de escalada en la región es agudo y sé que todos estamos muy atentos a ello.”
Mientras tanto, el Pentágono monitorea de cerca una posible invasión.
Sabrina Singh, su vocera adjunta dijo:
«No queremos que se tome ninguna medida que pueda conducir a una mayor escalada en la región. Seguimos creyendo que hay tiempo y espacio para la diplomacia».
En un episodio histórico, Hezbolá dirigió un misil hacia la metrópoli israelí de Tel Aviv por primera vez, con la meta de alcanzar la sede del Mossad, la agencia de inteligencia del país.
Israel derribó sin problemas el cohete.
Este misil fue una señal de que la milicia respaldada por Irán no quiere dar marcha atrás, a pesar de los múltiples ataques israelíes que han afectado su estructura de mando y sus recursos.
Ayatolá Alí Jemeneí, Líder supremo de Irán, dijo sobre Hezbolá:
“Su autoridad, capacidad y fuerza son mucho más, como para verse seriamente afectados por estas pérdidas.”
Este miércoles, se reportaron cientos de nuevos ataques de Israel contra objetivos en la región, resultando en más víctimas y heridos. Mientras tanto, Hezbolá disparó decenas de cohetes contra el norte de Israel.
Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, dijo:
“Estamos decididos a devolver a nuestros habitantes del norte a sus hogares sanos y salvos. Estamos asestando a Hezbolá golpes que no imaginaban”.
Los ataques continúan sembrando el pánico y la desesperación en Líbano, causando hasta ahora el desplazamiento de aproximadamente 500.000 personas.