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Los socorristas encontraron el cuerpo de un hombre entre los escombros del hotel que se derrumbó hace una semana en el balneario argentino de Villa Gesell, lo que elevó a cuatro la cifra de víctimas fatales por el hecho.
Las autoridades informaron además que cuatro personas permanecen desaparecidas y las tareas de búsqueda continúan.
Javier Alonso, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, dijo a los periodistas que el cadáver de Javier Gutiérrez fue encontrado la noche del lunes en el derruido hotel Dubrovnik.
“Se lo hemos comunicado a la familia; en este momento se está realizando la autopsia”, señaló el funcionario el martes.
Gutiérrez hacía remodelaciones en el establecimiento —uno de los más conocidos del balneario situado a unos 350 kilómetros al sur de Buenos Aires—junto a otras personas, con las cuales pernoctaba en el lugar. El edificio colapsó en la madrugada del martes 29 de noviembre, cuando estaban durmiendo.
Una fiscal investiga las causas del derrumbe; según las primeras sospechas obedecería a problemas en su remodelación. La municipalidad de Villa Gesell señaló en un comunicado que “se puede afirmar que en la parte colapsada se habría estado modificando la estructura de forma ilegal e irregular”.
Lo único que queda ahora del hotel es la fachada roja y blanca, de construcción esférica, mientras que el resto de la estructura de 10 pisos está completamente destruida.
La primera víctima fatal del derrumbe encontrada fue un hombre de más de 80 años; su esposa se encuentra hospitalizada. Ambos fueron localizados en un edificio de menor altura, aledaño al hotel, que resultó parcialmente destruido por el impacto del colapso.
Días después hallaron a quien fue dueña del Dubrovnik hasta hace unos meses. Cuando vendió el hotel decidió permanecer viviendo en el establecimiento hasta inicios del próximo año, para asesorar sobre la remodelación y el manejo del negocio. Su sobrino, quien trabajaba y residía en el lugar, también está entre las víctimas mortales.
Los socorristas se esfuerzan por localizar los cuerpos de cuatro obreros que llevaban a cabo tareas de refacción.
Cientos de técnicos, socorristas y miembros de distintas fuerzas de seguridad trabajan en las tareas de rescate, para las cuales emplean perros rastreadores y una gran grúa.
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