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La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) inició el sábado un nuevo paro armado indefinido en una región del noroeste de Colombia, restringiendo la movilidad de la población.
La acción de ese grupo tiene lugar en momentos en que las autoridades locales de esa región están pidiendo ayuda para atender a las comunidades golpeadas por inundaciones debido a las incesantes lluvias.
La guerrilla había advertido sobre la medida dos días antes, aduciendo que está “combatiendo en el territorio” con el Clan del Golfo, un cartel del narcotráfico y paramilitar que opera en la zona, por lo que “para resguardar la integridad física de la población” se paraliza la movilidad en los ríos San Juan, Sipi y Cajón en el departamento del Chocó, indicó.
Yuver Cuesta, personero del municipio de Istmina, que pertenece al Chocó, comentó el sábado a la W radio de Colombia que el confinamiento forzado y masivo impide a las comunidades realizar sus actividades diarias en el campo, abastecerse de comida o acceder a servicios de salud, lo que “altera” sus vidas y atenta contra sus derechos.
“Nuestras comunidades lo que exigen es estar tranquilas, vivir en paz”, aseveró el funcionario municipal y pidió al gobierno no escatimar en la búsqueda de una solución al conflicto armado.
“Las comunidades siguen como escudo armado en la disputa territorial entre el ELN y el Clan del Golfo”, reclamó la víspera la gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba en un mensaje difundido en X, antes Twitter. Agregó que no se puede hablar de “voluntad de paz cuando no hay acciones de respeto a los derechos humanos de las comunidades”.
Este es el tercer paro armado en lo que va del año en esa zona del país andino. Los anteriores se dieron en febrero y agosto.
La acción se produce días después de que delegaciones del gobierno y de la guerrilla se reunieron en Caracas en busca de reactivar los diálogos de paz, que se congelaron en septiembre tras un ataque con explosivos del grupo armado contra militares. Las partes coincidieron en la urgencia de superar la crisis y trabajar sobre un nuevo modelo de negociación. La próxima reunión se fijó para el 19 y 25 de noviembre.
El sábado, la gobernadora Córdoba advirtió en la misma red social que la situación es “crítica” en el Choco, pues al confinamiento por el paro se suman las lluvias ininterrumpidas en las últimas 72 horas que han afectado el 85% de ese territorio y donde 25 municipios lidian con desbordamientos, inundaciones y deslizamientos. La gobernadora pidió apoyo oportuno al presidente Gustavo Petro.
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