La intención de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de avanzar en el proceso de negociaciones de paz en Colombia para dejarlo «lo más consolidado posible» en 2026 y darle continuidad con otros gobiernos, más allá de la gestión de Gustavo Petro, es una estrategia tan «arriesgada» que podría incluso ser «un salto al vacío», según los expertos.
En la antesala de un nuevo encuentro programado del 19 al 25 de noviembre en Caracas, el jefe negociador del ELN, alias Pablo Beltrán, señaló que el objetivo del grupo es dejar “lo más consolidado posible” el proceso de paz hasta 2026, para que futuros gobiernos le den continuidad.
Las declaraciones del comandante del ELN no parecieron haber sido bien recibidas por el presidente colombiano, quien respondió al número dos de la insurgencia dudando que «haya un próximo gobierno que haga la paz con el ELN”.
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Petro instó a los rebeldes del ELN a escoger “el camino del sacerdote colombiano Camilo Torres”, uno de los símbolos de esa guerrilla y pionero de la Teología de la Liberación, y no “el camino del narcotraficante Pablo Escobar”.
Para Rafael Piñeros, docente investigador y profesor de gobernanza global y política exterior latinoamericana de la Universidad Externado de Colombia, la decisión del ELN de anunciar que la firma de un posible acuerdo de paz se haría con otro gobierno es “arriesgada”, dado el desgaste y el pesimismo que persiste en la opinión pública sobre el proceso.
“Yo no sé si un próximo gobierno tenga la intención de continuar una negociación. Entonces, es un salto al vacío y un peligro para la negociación misma que se está dando en este momento”, explicó Piñeros en conversación con la Voz de América.
“No obstante, creo que esta situación poco le importa al ELN, porque ha logrado sobrevivir más de siete décadas en una lógica de negociaciones fallidas”, agregó.
¿Hurgando en precampaña?
Manuel Rayrán, analista político e internacional, considera que la guerrilla busca que los acuerdos firmados con la administración Petro se implementen. Según el experto, el anuncio de Pablo Beltrán podría tener como objetivo medir si los candidatos presidenciales están dispuestos a continuar con las negociaciones.
“El ELN lo hace para ponerlo en la agenda. Apuntan a exponer este tema en el debate presidencial, evaluando si los candidatos están dispuestos a mantener la mesa de diálogo”, afirmó Rayrán.
Añadió que se trata, a su juicio, de “un asunto estratégico a corto y mediano plazo del ELN y no necesariamente de desconfianza o falta de avances en las negociaciones”.
Las conversaciones entre las partes se encontraban suspendidas desde septiembre, tras un ataque con explosivos perpetrado por el grupo, que dejó tres uniformados muertos y más de una veintena de heridos.
Desde su llegada al poder, el presidente Petro ha impulsado la política de paz total para negociar con diversos grupos armados, incluido el ELN. Sin embargo, las negociaciones han enfrentado dificultades.
Piñeros, por su lado, advirtió que, aunque la paz es una prioridad en la agenda de Petro, para las elecciones de 2026 podrían predominar temas como la economía y la seguridad. ¿Será la paz un eje central del próximo presidente? Aún está por verse, dijo.
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