El abogado Perkins Rocha, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática, cumple 100 días detenido en condiciones que sus familiares califican de secuestro. Su captura se realizó sin una orden judicial.
Según un reporte publicado por El Nacional, Perkins Rocha fue detenido sin una orden judicial. Permaneció desaparecido por días antes de ser presentado ante un tribunal de madrugada. En una audiencia en la que se le negó el derecho a una defensa privada. A 100 días de su detención, su familia y organizaciones de derechos humanos exigen su liberación, calificando las condiciones de su arresto como un secuestro y una violación flagrante de garantías fundamentales.
Perkins Rocha fue detenido sin una orden judicial. Permaneció desaparecido por días antes de ser presentado ante un tribunal de madrugada. En una audiencia en la que se le negó el derecho a una defensa privada. A 100 días de su detención, su familia y organizaciones de derechos humanos exigen su liberación, calificando las condiciones de su arresto como un secuestro y una violación flagrante de garantías fundamentales.
La detención del abogado Rocha y las circunstancias en las que permanece incomunicado desde hace más de 100 días han puesto de relieve un aspecto particularmente doloroso en las prácticas de detención arbitraria: el impacto de la tortura psicológica, tanto en el detenido como en sus seres queridos. Este tipo de tortura, reconocida por organismos internacionales como las Naciones Unidas, trasciende el plano físico y afecta profundamente la integridad emocional, mental y espiritual.
La tortura psicológica es definida como cualquier acto intencional que cause sufrimiento mental grave mediante la creación de un estado de ansiedad, incertidumbre o angustia prolongada. En el caso de Perkins Rocha, el aislamiento total de su familia y abogados representa una forma de violencia invisible pero profundamente destructiva, indica El Nacional.
El aislamiento forzado impide al detenido tener una noción clara de su entorno. Lo que puede generar trastornos graves como desorientación, paranoia, insomnio, depresión e incluso pérdida del sentido de la realidad. Este aislamiento también priva al detenido de apoyo emocional y conexión humana, elementos cruciales para mantener la estabilidad psicológica en situaciones de extrema vulnerabilidad.
En el caso de Rocha, esta situación se agrava por su condición de salud, que podría deteriorarse aún más en ausencia de atención médica adecuada. Esta incertidumbre sobre su estado físico, combinada con el desconocimiento de lo que ocurre fuera de su entorno de reclusión, puede ser devastadora, según expertos en derechos humanos y psicología carcelaria.
FUENTE: Con información de El Nacional