La brecha de riesgo país de Venezuela (23.311 puntos), al 20 de enero, es abismal, respecto a Bolivia que es el país que le sigue (2.096). En tercer lugar, se ubica Ecuador (1.069).
El riesgo país se deriva de la medición privada que elabora el JP Morgan con su Emerging Markets Bonds Index (EMBI) o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes.
Se trata de una referencia empleada para medir la confianza de los inversores en las economías de los mercados emergentes. Además, constituye la prima de riesgo que los mercados exigen a los países por encima del rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Es así como, un puntaje elevado, se traduce en mayores dificultades para acceder al crédito internacional en condiciones favorables.
El economista Pavel Gómez señala que el riesgo país se puede ver “en un contexto restringido que busca medir la capacidad que tiene un Estado de cumplir con sus obligaciones, en particular sus obligaciones de deuda. Este riesgo se calcula como la diferencia en el rendimiento de los bonos emitidos por ese país en relación con los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que se supone son un activo libre de riesgo. Es decir, cuántos puntos adicionales de interés tiene un bono de un país en comparación con la tasa de interés de los bonos del Tesoro norteamericano”.
De esta manera, añade, se mide cuánto se exige para invertir en los bonos del país como prima adicional al rendimiento que otorgaría un bono de Estados Unidos.
Gómez refiere que, para el 20 de enero, Venezuela presentó un riesgo país con un índice de 23.311 puntos, lo cual significa que exige un rendimiento de 233 puntos porcentuales adicionales al rendimiento de un bono del Tesoro de EEUU.
El economista expresa que, dentro de una visión amplia, el riesgo país tiene que ver “con las características del sistema político, con la existencia de equilibrio y de balance entre los distintos poderes públicos, con el acceso a los mercados financieros internacionales. Por ejemplo, la capacidad que tiene el país de poder endeudarse con organismos multilaterales o la credibilidad que tienen las normas y leyes de ese país”.
En el caso de Venezuela, hay una crisis política severa agravada, tras el fraude electoral denunciado por la oposición democrática y parte de la comunidad internacional, el cual fue consumado con la juramentación de Maduro el 10 de enero para un tercer período.
“Esta visión amplia del riesgo país tiene que ver con el equilibrio entre los poderes públicos, el acceso a los mercados internacionales y la credibilidad de las normas y leyes”, señala el economista Gómez.
Carlos Castañeda, especialista en relaciones internacionales, explica que las instituciones juegan un papel importante dentro del riesgo país, más allá de los indicadores económicos.
“En este caso, el hecho de que los Estados Latinoamericanos sean democracias transparentes, liberales representativas o al menos democracia imperfectas, hace un poco más transparente las realidades económicas y realidades políticos sociales”, indica.
Destaca la importancia de que se sinceren las cifras y de que los indicadores macroeconómicos sean creíbles para hacer más atractiva la inversión extranjera directa, reinversión y otros aspectos.
Al mismo tiempo, Castañeda llama la atención sobre el contexto en el que desarrollan las inversiones, por ejemplo, en Colombia está el Estado vs. la guerrilla, en México es el Estado vs. los cárteles y en Ecuador el Estado vs. la criminalidad. Explica también que los avances políticos «pueden involucionar porque son muy fragiles».
Legitimidad e inyección de recursos
Pavel Gómez puntualiza que, en Venezuela, hay un problema de falta de legitimidad en las bases del mismo régimen “que no puede probar que obtuvo la victoria electoral”.
Por otra parte, sostiene que el país requiere de una inyección importante de recursos financieros, aun cuando se lograse la estabilidad política.
“Esos recursos financieros vienen de dos fuentes: o de los organismos multilaterales que han cerrado la llave de esos recursos o de los mercados financieros internacionales. Este factor limita mucho la capacidad de Venezuela para salir de los niveles de riesgo de incertidumbre que tiene hoy día”, expresa.
El 16 de enero, Human Rights Watch (HRW) enfatizó que la juramentación de Maduro “consolida el autoritarismo en Venezuela”. Además, la organización puntualizó que observadores internacionales como el panel de expertos electorales de las Naciones Unidas y el Centro Carter apuntaron serias dudas sobre la legitimidad de los resultados.
El Centro Carter, por su parte, indicó que las actas de votación recabadas por la oposición mostraron que el candidato opositor Edmundo González Urrutia había ganado las elecciones por un margen significativo.
Ecuador, cuyo Gobierno atraviesa una crisis institucional y de seguridad, se ubicó en el tercer lugar de los países con mayor riesgo país. El 17 de enero, el Ministerio de Economía y Finanzas de Ecuador informó que el riesgo país se redujo durante el Gobierno del presidente Daniel Noboa.
El profesor Pavel Gómez puntualiza que Argentina tiene el cuarto lugar en riesgo país (641 puntos) y una situación particular.
“Argentina ha mostrado una reducción muy importante de su riesgo país en el último año, lo cual tiene que ver con la realización de una serie de ajustes fiscales y eso a su vez se ha traducido en una reducción importante de la inflación. Sin embargo, ahora viene una segunda etapa que implica consolidar ese orden, eso pasa por una serie de acuerdos políticos y es allí donde se mantiene una cierta luz amarilla”, considera.
Por otra parte, añade que “en el caso de Nicaragua, no hay una medición oficial, pero podría incluirse en esa lista de naciones con un riesgo país muy alto”.
Cercanos a Venezuela, pero con menos riesgo
En el caso de países ideológicamente cercanos a Venezuela, como México (317 puntos), Colombia (315) y Brasil (222), el riesgo país es medio.
El economista Pavel Gómez señala que México enfrenta unas amenazas del nuevo Gobierno del presidente Donald Trump. “El anuncio de posibles aranceles importantes a las importaciones que Estados Unidos realiza desde México representa una amenaza que golpearía a su economía y traería mayor devaluación del peso. Su riesgo país podría ser más alto”, indica.
En el caso de Brasil, acota, hay mayor pragmatismo y no alcanza “la conducta política y económica de Venezuela”. Gómez destaca que allí hay separación de poderes, un sistema judicial más creíble.
“En Colombia, a pesar del paralelismo de Petro con Venezuela, el riesgo país pasa por lo que ocurra con los commodities, por ejemplo, de productos agrícolas y lo que suceda con China”, considera.
El analista advierte que, aunque Panamá tiene un riesgo medio, también pueden afectar las políticas de EEUU sobre el Canal.
FUENTE: Con información de Infobae/Primicias / HRW