CARACAS.– En una iniciativa sin precedentes en Venezuela, el Instituto de Transiciones Integradas y la embajada de Suiza convocaron a través de un comunicado a un debate sobre el proyecto de Reforma Constitucional que adelanta el régimen de Maduro, el cual se realizará el 29 de enero en la residencia del embajador Gilles Roduit, en Caracas.
La invitación al foro “Reforma Constitucional oportunidades en un esquema de continuidad del conflicto” difundida por redes, asegura que busca alentar el diálogo y el entendimiento, en medio del conflicto político.
Su contenido ha ocasionado severas críticas y suspicacias en sectores de la oposición y medios periodísticos.
Además de los términos en los cuales se hace la convocatoria, se exhibe una larga lista de invitados con nombre y apellidos, muchos de ellos políticos de larga trayectoria y partidos políticos que hasta ahora se han mantenido herméticos sobre esta invitación.
Según el comunicado, el evento busca además “comenzar a explorar cómo podría contribuir este desafío a la transformación de la iniciativa en un nuevo pacto político”, una pretensión que llama la atención en medio de la represión y la denunciada usurpación de la presidencia de Nicolás Maduro, tras las elecciones presidenciales de 2024, que dieron el triunfo por voto popular a Edmundo González Urrutia.
¿Reforma con normalización política?
Uno de los medios que analiza la convocatoria es La Gran Aldea (LGA), medio crítico que señala que un evento de este tipo “solo es realizable si ocurre con algún tipo de venia del régimen” y se pregunta “¿qué busca la dictadura?”
El artículo, además de abordar aspectos sobre su realización, se refiere a los convocados y también a los “detalles relevantes” sobre el tema a tratar.
Considera extraño que el evento sea presencial, en una sede diplomática ubicada en el este de Caracas, en medio de las persecuciones y violación de derechos humanos en el país.
“Quienes hacen política y han desafiado a la dictadura, se encuentran resguardados, exiliados o presos. Son pocos los que, formando parte del mundo político o de la sociedad civil, se pueden dar el lujo de circular por la ciudad, mucho menos reunirse”, dice LGA.
Sobre la Embajada de Suiza, recuerda que Maduro limitó el número de diplomáticos acreditados en las embajadas, Países Bajos, Francia e Italia, e impuso restricciones a la movilidad, como una manera de contener las presiones diplomáticas sobre su permanencia en el poder.
“Considerando lo anterior, se puede presumir que una reunión de este tipo solo es realizable si ocurre con algún tipo de venia del régimen. De otra manera, difícilmente se realizaría”, afirma el medio.
Convocados al debate
LGA afirma que la posibilidad de que el régimen permita una reunión de este tipo solo puede estar asociada a los convocados y a la naturaleza de la reunión.
Tras mencionar a unos 10 convocados, colige el medio que “a la mayoría de los invitados los une su rechazo extendido y público al proceso de cambio político que lideró María Corina Machado, y sus esfuerzos por torpedearlo”. La afirmación, dice se basa en “episodios concretos” relacionados con el fraude electoral.
Recuerda que uno de los aludidos expresó que “la oposición no tiene capacidad ni viabilidad para gobernar” y que en numerosas ocasiones dijo “que la oposición y la dictadura deben negociar”, pese al fraude electoral o la violación masiva de derechos humanos.
Mientras, otros dirigentes de partidos políticos se habrían opuesto a las primarias opositoras, a las estrategias adoptadas para el proceso, mientras que una abogada estaría vinculada a la Cámara Venezolano-Suiza de Comercio e Industria que organizó un evento sobre sanciones y su impacto.
¿Diálogo secreto?
LGA llama la atención que entre los invitados no se encuentre ningún representante del Comando Con Venezuela.
“Destaca también que no se disponga un espacio para quienes representan más de 7 millones de votos, emitidos el pasado 28 de julio. En el mejor de los casos, esta ausencia le resta eficiencia y trascendencia política al encuentro. En el peor de los casos, se podría pensar que son los primeros pasos de un proceso de diálogo de espaldas al país”.
FUENTE: Con información de La Gran Aldea