Las recientes deportaciones masivas impulsadas por la administración Trump han generado un clima de temor e incertidumbre, no solo entre las comunidades inmigrantes, sino también en el sector empresarial de Estados Unidos.
Empresarios de diversos sectores advierten sobre la escasez de mano de obra y la desaceleración en la producción como consecuencia de las redadas y deportaciones.
Impacto en la economía:
- Disminución de la producción: Empresas reportan una baja del 50% en sus operaciones, ya que los trabajadores inmigrantes, temerosos de ser deportados, faltan a sus puestos de trabajo.
- Escasez de mano de obra: Sectores como la agricultura, la construcción, la manufactura y el cuidado de la salud, que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante, se enfrentan a una creciente escasez de trabajadores.
- Aumento de costos: La falta de trabajadores podría obligar a las empresas a aumentar los salarios para atraer a trabajadores estadounidenses, lo que generaría inflación.
- Reducción del PIB: Se estima que la escasez de mano de obra podría reducir el Producto Interno Bruto (PIB) en un 4,2%.
Voces de alarma:
Representantes de diversos sectores expresan su preocupación:
- Agricultura: Matt Teagarden, de la Asociación de Ganaderos de Kansas, destaca la importancia de la mano de obra inmigrante para la producción de alimentos y pide caminos para la legalización de los trabajadores que cumplen con la ley.
- Cuidado de la salud: Adam Lampert, director de una empresa de cuidado de enfermos en Texas, advierte sobre el impacto de las deportaciones en un sector con creciente demanda y escasez de trabajadores estadounidenses.
Llamado a la acción:
La American Business Immigration Coalition insta al gobierno y al Congreso a implementar una reforma migratoria que ofrezca soluciones equilibradas y bipartidistas, que protejan la fuerza laboral y la competitividad de Estados Unidos.
Las deportaciones masivas no solo generan temor e inestabilidad en las comunidades inmigrantes, sino que también tienen un impacto negativo en la economía estadounidense, poniendo en riesgo sectores clave y la capacidad del país para mantener su liderazgo global.