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El Senado confirmó el jueves por la noche a Russell Vought como director de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca.
Vought fue confirmado en una votación partidista de 53-47. Con la cámara del Senado llena, los demócratas intentaron tomar la palabra en varias ocasiones para dar sus razones para votar en contra de Vought, pero fueron silenciados por la senadora Ashley Moody, una republicana por Florida que presidía la sesión y mencionó las reglas del Senado que prohíben el debate durante las votaciones.
La votación del jueves por la noche se produjo después de que los demócratas agotaron su única herramienta restante para obstruir una nominación: mantener el pleno del Senado durante la noche y el día anterior con una serie de discursos donde advertían que Vought era el “nominado más peligroso” de Trump.
“Confirmar al nominado más radical, que tiene la agenda más extrema, para la agencia más importante de Washington”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en un discurso en el pleno. “Triple desastre para los estadounidenses trabajadores”.
El regreso de Vought a la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, que también dirigió durante el primer mandato de Trump, lo coloca en un papel que a menudo pasa desapercibido para el público pero que tiene un poder clave en la implementación de los objetivos del presidente. La oficina actúa como un centro neurálgico para la Casa Blanca, debido a que está encargada de desarrollar su presupuesto, prioridades políticas y reglamentación de agencias.
Vought ya ha desempeñado un papel influyente en el esfuerzo de Trump por reestructurar el gobierno federal.
La oficina de presupuesto también está ya sacudiendo el gasto federal. Emitió un memorando para congelar el gasto federal, lo que desató la incertidumbre en las escuelas, estados y organizaciones sin fines de lucro, aunque más tarde fue rescindido ante impugnaciones jurídicas.
En el Senado, los republicanos se han mantenido en línea para avanzar la nominación de Vought y argumentaron que su mentalidad será crucial para reducir el gasto y las regulaciones federales.
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, abogó por su confirmación esta semana, diciendo que “tendrá la oportunidad de abordar dos cuestiones económicas clave: reducir las regulaciones gubernamentales onerosas y abordar el gasto excesivo”.
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