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El gobierno de Daniel Ortega anunció el lunes la excarcelación de dos mil reos comunes en Nicaragua sin que hayan cumplido sus condenas respectivas, ante la cercanía del Día de San Valentín, anunció la vicepresidenta y esposa de Ortega Rosario Murillo en una alocución televisiva.
«Queremos anunciar que este viernes 14 de febrero -esta es una buena nueva- 2.000 personas que han estado detenidas en los distintos departamentos y dependencias del Sistema Penitenciario Nacional vuelven a su familia. Son beneficios legales de convivencia para 2.000 personas», dijo Murillo, sancionada por Estados Unidos y una decena de países más que la acusan de violar los derechos humanos.
La excarcelación de estos reos comunes es la más grande de los últimos años. Anteriormente el gobierno ha liberado a reos comunes aunque en menores cantidades.
En 2024, el gobierno sandinista excarceló a a 9.200 presos comunes. Las liberaciones ocurrieron usualmente en fechas festivas, como el Día de la Madre, o Día de los Difuntos.
La excarcelación de reos comunes es una práctica cuestionada a la administración sandinista de Nicaragua por parte de sus críticos, debido a que se han registrado casos de reincidencia de delitos de varias personas que fueron liberadas.
El sociólogo y catedrático de la Universidad de Costa Rica Carlos Sandoval explica que el hecho de que Daniel Ortega encarcele por un lado a sus críticos y libere a reos comunes, «es una suerte de populismo autoritario que encuentra distintas versiones».
Por un lado, según los críticos, se busca apoyo masivo y populista de personas excarceladas, mientras que del otro, un ferro control contra las voces disidentes.
Más de 40 presos políticos
Mientras tanto, la cifra de prisioneros políticos continúa en aumento en el país centroamericano. El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua- una oenegé que contabiliza las detenciones políticas- ha documentado que al menos 47 personas continúan privadas de libertad por razones políticas; de estos 40 son hombres y 7 mujeres, según el último informe publicado a finales de enero de 2024.
Según la organización, el perfil de las personas presas políticas en Nicaragua es cada vez más diverso.
«En los últimos años, la represión del régimen ha escalado a tal nivel que nadie está a salvo, ni siquiera quienes en el pasado fueron simpatizantes del partido de gobierno, trabajadores del Estado o personas que abiertamente defendían al régimen», subrayó el organismo.
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