El expresidente peruano Pedro Castillo reapareció este martes, un día después de declararse en huelga de hambre, en una audiencia de apelación contra la prisión preventiva que cumple desde 2022 y reiteró que no ha cometido el delito de rebelión del que se le acusa por el presunto intento de golpe de Estado por el que fue destituido.
Durante la audiencia virtual, Castillo declaró al juez a cargo que jamás cometió el delito de rebelión y que, para tenerlo bajo arresto, se ha forzado el tipo penal al decirle que «no basta la violencia física, sino psíquica» para incurrir en el ilícito, por lo que pidió ser excarcelado y que se le aplique la vigilancia electrónica.
Castillo es sometido a juicio por el presunto intento de golpe de Estado, anunciado en un mensaje a la nación el 7 de diciembre de 2022, y enfrenta un pedido de la Fiscalía de 34 años de cárcel por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.
El exmandatario pidió al magistrado que se revierta su detención efectiva, al considerar que no es un peligro para la sociedad y que ha demostrado los arraigos necesarios para su excarcelación.
El juez anunció que resolverá la apelación inmediatamente y concluyó la audiencia virtual.
Sin embargo, la sala que procesa a Castillo anunció, en forma paralela, que sería sometido a un examen de medicina legal, antes de que ingrese a esa audiencia, debido a que ha iniciado una huelga de hambre en protesta contra su acusación.
«No me estoy sometiendo (al juicio oral) porque no he cometido delito», subrayó Castillo, minutos antes, en la audiencia virtual de apelación.
«¿Qué peligro podría generar en la sociedad?. Soy presidente electo en el país», expresó el exgobernante.
A diferencia del juicio oral donde no ha querido acreditar a un abogado, Castillo apareció con dos abogados en la audiencia virtual de apelación. EFE