El exboína verde y mercenario estadounidense Jordan Goudreau reveló este martes los vínculos y el apoyo que les ofreció entre 2019 y 2020 el entonces presidente de Colombia, Iván Duque, para intentar secuestrar, asesinar y derrocar al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
En una entrevista con el medio colombiano W Radio, el estadounidense sumó varios nombres claves que actuaron en la fallida ‘Operación Gedeón’, con el que un grupo de exmilitares venezolanos y extranjeros tenían planeado sacar por la fuerza a Maduro de la Presidencia de Venezuela a través de una negociación entre sectores extremistas de ultraderecha y la empresa estadounidense Global Governments.
Entre los nombres «relevantes», como los describió Goudreau, están también los del expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, los empresarios colombianos Germán Chica y Néstor Sainz, y de los extremistas opositores venezolanos Leopoldo López, Juan Guaidó, Lester Toledo, J.J. Rendón y el exmilitar Cliver Alcalá Cordones. Además, dijo que en varias reuniones con voceros de las personas implicadas en el plan, le decían que querían que la operación terminara con la vida de Maduro.

«Yo quería que Maduro saliera vivo, todo el mundo quería que saliera muerto», dijo el mercenario, quien comentó que no le gusta que las operaciones derramen sangre y por ello aconsejó a los conspiradores que lo mejor era que el presidente venezolano saliera con vida, para así garantizar que los militares desertores pudieran mostrarlo, y de «forma pacífica» hacer el cambio de Gobierno. Sin embargo, señaló que la operación fracasó porque fue infiltrada.
Entre tanto, el exboína verde detalló que los opositores venezolanos les garantizaron a través de sus voceros, que Iván Duque se había comprometido a dar apoyo en tres cuestiones claves: una era proveer a los mercenarios de campos de entrenamiento; otra de darles protección y paso seguro por la frontera entre Colombia y Venezuela; y garantizarles apoyo logístico y dotación de armas, equipamiento y cualquier otra cosa que necesitaran dentro del territorio colombiano.
Sin embargo, Goudreau señaló que para poder llevar a cabo la acción militar en Venezuela, antes de cruzar la frontera colombiana, los mercenarios debían planificar un ataque contra los frentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero colombiano que tiene fuerte presencia en las regiones fronterizas.

La CIA intervino
Goudreau comentó que el Gobierno de EE.UU., para entonces bajo la primera administración de Donald Trump, también tenía conocimiento de la operación pero se ejecutó un sabotaje a lo interno para evitar que fuera exitosa.
En ese sentido, comentó que fue desde la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) que intervinieron para que el plan fracasara, porque habían sectores en EE.UU. que «no querían que ese triunfo fuera para Trump».
Según Goudreau, entre los responsables de sabotear la operación estuvieron el jefe de la CIA en Colombia, Juan Cruz y la exdirectora de esa misma agencia entre 2018 y 2021, Gina Haspel. De igual forma, el mercenario comentó que cuando Cliver Alcalá fue arrestado, los opositores venezolanos se sintieron «muy preocupados», traicionaron a los que estaban comprometidos con la incursión armada y les dieron la espalda para deslastrarse del plan.
Por ello, dijo, decidió seguir adelante con la operación y confesar su autoría ante los medios, porque si no lo iban a matar, ya fuera el Ejército colombiano por orden de Duque o los guerrilleros del ELN que ya sabían de su presencia en Colombia y del ataque ordenado por Bogotá contra ellos.
Durante la entrevista, el expresidente Duque se comunicó con W Radio para negar los dichos de Goudreau y afirmar que él no tiene idea de quien es J.J. Rendón, considerado uno de los operadores principales de la conspiración, ni de haber hablado con Lester Toledo.
Ante esto, Goudreau sonrió de forma irónica y dijo que era «interesante» lo que señalaba el expresidente colombiano, especialmente, porque él tiene fotos en las que salen retratados «muy cómodamente» Duque, Toledo y Guaidó.