La gran mayoría de los casi 10 millones de habitantes de Cuba sigue sin flujo eléctrico este sábado, doce horas después de que una avería en una subestación provocase un nuevo apagón nacional en la isla, el cuarto en menos de seis meses.
Según informó el Ministerio de Energía y Minas (Minem) en redes sociales, «ya comenzaron a sincronizar unidades de generación» del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) fortaleciendo los «microsistemas» que se han creado en varias provincias del país y que están dando un servicio mínimo.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) hablaba horas antes de garantizar la electricidad «con prioridad a parte de los centros vitales» y apuntaba que se estaban sirviendo unos 110 megavatios (MW), cuando la demanda durante el día puede acercarse a los 1.800 y, en el momento de mayor consumo, en la tarde-noche, superar los 3.200.
El Minem precisó que estos microsistemas se han establecido en 12 de las 15 provincias del país.
En los últimos tres apagones nacionales, registrados en octubre, noviembre y diciembre de 2024, la UNE comenzó reactivando microsistemas (alimentados por grandes generadores que emplean fueloil o diesel) y luego procedió a interconectarlos y a llevar la corriente a las grandes centrales para poder encenderlas y sincronizarlas con el SEN.
Este complejo proceso de avance incierto -y en ocasiones con retrocesos- se prolongó durante varios días en los tres casos. El Gobierno llegó a suspender la actividad laboral y escolar en todo el país. Por el momento las autoridades no se han pronunciado al respecto.
De acuerdo con el Minem y la UNE, la «desconexión» del SEN ocurrió sobre las 20.15 hora local (0:15 GMT), presumiblemente a raíz de una avería en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana.
Esto provocó la salida en cadena de varias unidades de producción eléctrica, la subsiguiente «pérdida importante de generación en el occidente de Cuba» y, posteriormente, la «caída total» del sistema.
En distintos puntos de La Habana y del país, de acuerdo a diversos testimonios, se experimentaron fuertes fluctuaciones del flujo eléctrico y apagones intermitentes antes de que se produjese el corte total del suministro.
Crisis energética
El SEN se encuentra desde hace meses en una situación muy precaria por las frecuentes averías en sus siete centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones, y por la falta de diésel y fueloil para sus motores de generación distribuidos por todo el país, porque el Estado no cuenta con las divisas necesarias para importar suficiente.
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno apunta a los efectos de las sanciones estadounidenses en este ámbito.
Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el SEN, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1 %.
Los cortes también generan un fuerte descontento social y han sido detonante en los últimos años de inusuales protestas en la isla, como las masivas del 11 de julio de 2021, las del verano de 2022 en La Habana y Nuevitas (este) o las del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba (este) y otras localidades. EFE