Cálculos conservadores aseguran que, solo en 2023, la inversión extranjera directa de China en América Latina y el Caribe fue de 8 billones 748 millones de dólares, un capital que lo ubica no solo como el principal socioeconómico de América Latina y El Caribe, sino que genera, obviamente, un aumento significativo de la influencia china en las agendas políticas de estos países en un momento cuando las luchas ideológicas clásicas ‘izquierda versus derecha’ han desaparecido y el planeta se mueve ahora al compás del señor don Dinero.
Este «boom» de capital, que ha convertido a China en el primer socio comercial de Suramérica y el Caribe y el segundo de México y Centroamérica, llevó a que el Núcleo del Milenio sobre los Impactos de China en América Latina y el Caribe (ICLAC), con sede en Chile, junto al Diálogo Interamericano más un equipo de socios e investigadores de todo el hemisferio, elaboraran un mapa interactivo denominado Repositorio Regional que contiene asombroso un registro detallado y continuamente actualizado de la inversión extranjera directa china en América Latina desde que China comenzó a salir al exterior a principios de la década de 2000.
El mapa permite realizar búsquedas por año, tipo de inversión, y si estos proyectos cuentan con estudios de caso asociados. Así contamos con más de 140 empresas chinas en Brasil, 58 en Argentina, 33 en Perú, 25 en Chile, 22 en Bolivia y 7 en Uruguay.
Pero el Diálogo Interamericano también organizó el debate «Seguimiento de las relaciones entre China y el Caribe: Nuevas herramientas y conclusiones», en colaboración con el Instituto de Investigación de Políticas del Caribe (CAPRI por sus siglas en inglés), para explorar la evolución de la interacción china con el Caribe y presentar asimismo el Portal de la Comunidad China-Caribe donde se consigue, país por país, todos los proyectos y auxilios económicos que ha otorgado China a los países del Caricom, siendo Guyana uno de los más favorecidos con el ítem que denominan «Ayuda amable», un auxilio que comenzó en 2017 y continúa hasta el día de hoy.
Son «Datos útiles para esclarecer las inversiones, el comercio y la interacción diplomática de China con la región», como lo definió en la introducción al proyecto Margaret Myers, asesora principal del Programa de Asia y América Latina del Diálogo Interamericano.
Pero también permiten concluir que el llamado imperialismo estadounidense ha conseguido un rival muy adinerado que está comprando, de a poquito, buena parte del llamado «patio trasero» de Estados Unidos.
Con información de El Cooperante