Luego de 24 días, madres, padres, familiares y amigos de los 238 jóvenes venezolanos deportados desde Estados Unidos siguen su lucha alzando su voz por la liberación de sus seres queridos secuestrados en un Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.
Durante una actividad, donde los familiares de estos jóvenes entregaron una carta al representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con lágrimas en los ojos y la tristeza a flor de piel, una de las madres le ruega al presidente Nayib Bukele que “por favor tenga consideración de este poco de madres de familia que en estos momentos no comemos, no dormimos, sin saber qué le estará pasando nuestros hijos. Señor Bukele, pregúntele a su madre ¿cuánto duele un hijo?.
Asimismo, asegura que sus hijos están secuestrados “nosotros no sabemos qué está pasando con ellos, se les ha violado los derechos humanos”.
En la misma actividad, la madre de Rafael Martínez declaró que “todas las madres sufrimos por este vejamen que nos han hecho, es una injusticia, si ellos no cometieron ningún crimen en El Salvador, a ellos los tengan allá secuestrados”.
Clamó “desde lo más grande y el de todas mis compañeras y todas las madres de esos muchachos detenidos allá y familiares pedimos de verdad al presidente Bukele que se ponga la mano en el corazón”.
“Esto ha sido algo muy fuerte, muy triste de verdad, no hay palabras porque uno como madre y como familia es algo insuperable, no se puede superar, porque mientras tus hijos están bien, una madre, una familia está bien y de verdad, como todas las otras madres no hemos sabido nada de nuestros hijos. Queremos saber cómo están ellos, pero no hemos recibido todavía ninguna noticia”, declaró con voz entrecortada la mamá de Josué Basto.
En el documento consignado en la oficina de la ONU en Caracas los familiares exigen al presidente salvadoreño una fe de vida, comunicación directa y la investigación de los casos de estos ciudadanos a los que se les ha invalidado sus derechos “queremos una fe de vida, presidente Bukele, queremos saber si nuestros hijos están bien».