La muerte del Papa Francisco conmociona a la feligresía católica en Latinoamérica, al igual que a la amplia diversidad de líderes políticos de la región que han expresado su pena por el fallecimiento del pontífice.
Francisco murió este lunes 21 de abril, a los 88 años, por un derrame cerebral que lo hizo entrar en coma y tener un colapso cardiocirculatorio irreversible cuando se encontraba en su residencia, la Casa Santa Marta del Vaticano. Había estado enfermo las últimas semanas, tras enfrentar una «pulmonía bilateral» con «infección polimicrobiana» que afectó seriamente su salud.
En Argentina, país natal de Francisco, y al que no pudo volver después de su asunción como papa el 13 de marzo de 2013, se realizan múltiples misas en honor al máximo prelado de la Iglesia católica. Mundialmente reconocido como un defensor de las personas marginadas y vulnerables de la sociedad, su voz dejó un profundo impacto en los sectores más pobres y desposeídos.
«Ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco», dijo el arzobispo Jorge García Cuerva durante la misa realizada este lunes en la Catedral de Buenos Aires, la capital de Argentina, como parte de la jornada de duelo que se extenderá por el resto de la semana tras el decreto de luto nacional.
Las expresiones de afecto hacia Francisco recorren Latinoamérica, al igual que las jornadas litúrgicas en su honor. En Perú, país que el sumo pontífice visitó en 2018, la mandataria Dina Boluarte acudió a la sede de la Nunciatura Apostólica para dar sus condolencias. «El Gobierno y el pueblo peruano sentimos el vacío y gran tristeza», escribió la titular peruana en la primera página del libro de condolencias, que quedó abierto para el resto de la población.
Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro lamentó la muerte de Francisco, a quien calificó como «un gran amigo» que «comprendió perfectamente su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida». «Se me fue un gran amigo. Me siento algo solo», dijo.