Las importaciones de petróleo venezolano hacia España se detuvieron por completo semanas antes de que expirara el permiso especial concedido por Estados Unidos a empresas extranjeras para operar con Venezuela, según datos obtenidos por Reuters.
La paralización coincide con la fecha límite establecida por la administración del presidente Donald Trump, que decidió revocar las licencias que permitían a compañías como Repsol continuar importando crudo desde Venezuela. La petrolera española, una de las principales operadoras extranjeras en el país suramericano, tenía plazo hasta el 27 de mayo para cesar sus operaciones bajo el esquema de intercambio de deuda por petróleo con Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Durante 2024 y principios de 2025, las importaciones habían experimentado un repunte, pero el flujo se interrumpió completamente en abril, en anticipación al endurecimiento de las sanciones.
En un intento por mantener su presencia en Venezuela, Repsol ha sostenido conversaciones con autoridades estadounidenses. Esta misma semana, el director ejecutivo de la compañía, Josu Jon Imaz, se reunió en Washington con el secretario de Energía de EE. UU., Chris Wright, para explorar posibles vías de continuidad.
La decisión de Washington forma parte de una política más amplia. En marzo, Trump decretó que cualquier nación que comprara petróleo o gas a Venezuela estaría sujeta a un arancel del 25 % sobre sus intercambios comerciales con Estados Unidos.
Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro ha condenado estas medidas, calificándolas de “ilegítimas” y parte de una “guerra económica” destinada a asfixiar al país.